China no se arruga ante Trump

mercedes mora REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

YU FANGPING | Efe

El gigante amarillo replica a EE. UU. con la amenaza de aranceles por otros 50.000 millones de dólares

05 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Donde las dan las toman. Es lo que han debido de pensar las autoridades chinas. Ni 24 horas han tardado en poner en su sitio al siempre polémico Trump. Si el martes era el presidente estadounidense quien blandía, a modo de amenaza, un listado de 1.300 productos chinos a los que planea imponer aranceles como represalia contra las «desleales» prácticas comerciales del gigante amarillo, ayer los asiáticos le replicaron con otra lista. Algo más corta, eso sí. De 106 productos, en su caso. Pero igual de contundente en cuanto a sus efectos económicos: 50.000 millones en liza. Idéntica cifra a la planteada la víspera por Trump, con los artículos de alta tecnología en el centro de la diana.

Se ve que en el gigante amarillo también funciona aquello del ojo por ojo... En el punto de mira: la soja, el maíz, la carne de vacuno, el zumo de naranja, el tabaco, los automóviles, cierto tipo de aviones o incluso el whisky. A todos ellos se les impondrá un arancel del 25 % si la cosa no se soluciona. Esto es, si Trump sigue en sus trece.

De todos los productos afectados por el contraataque chino, el más relevante es la soja. Y no solo por las cifras: China importó el año pasado más de 13.900 millones de dólares, sino porque su producción se concentra en estados que resultaron clave en la victoria de Trump sobre Clinton en las presidenciales que acabaron colocando al excéntrico magnate en el despacho oval. Con los coches, más de lo mismo.

«Nunca un intento de poner a China de rodillas a través de amenazas e intimidación ha tenido éxito. Y tampoco lo tendrá en esta ocasión», aseguró el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Geng Shuang, en declaraciones recogidas por AFP. El argumento de Trump es que los aranceles son una respuesta al robo de propiedad intelectual que, según él, ha estado perpetrando China «durante décadas». Mantiene el presiente estadounidense que las empresas norteamericanas se ven obligadas a entregar su tecnología a los rivales locales a cambio de tener acceso al potente mercado chino.

«No estamos en una guerra comercial con China, esa guerra la perdió hace muchos años la gente estúpida o incompetente que representaba a Estados Unidos», se despachó ayer Trump en su cuenta de Twitter tras conocer la reacción de Pekín.