Guerra en las galaxias de «retailers» y gigantes del «on-line»

Alberto Rocha SECRETARIO GENERAL DE COINTEGA

ECONOMÍA

Sandra Alonso

02 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Raro es el día que alguien no me hace esta pregunta, por lo que más o menos ya tengo unas respuestas que voy adaptando. Lo cierto es que resulta fácil cuando puedo despacharlo dando los datos macroeconómicos del sector en Galicia: son magníficos. Pero se complica al responder sobre empresas en dificultades, cuando hay que entrar en la microeconomía.

El común denominador es que la situación nunca ha estado mejor para los consumidores: pueden comprar en cualquier momento, lugar y formato una oferta de productos que cubren cualquier necesidad y presupuesto, y a precios inimaginables hace años.

Desde el prisma del mercado, la situación no está fácil, compitiéndose en la preferencia de gasto con alternativas que van ganando terreno y con nuevas generaciones de consumidores con menos capacidad adquisitiva, sin que a corto plazo existan perspectivas de cambio.

A nivel de rivalidad empresarial, nos encontramos con una especie de guerra de las galaxias en las alturas, entre los grandes retailers y los nuevos gigantes que vienen del mundo on-line a la conquista del mercado global, que ya no distingue entre físico y virtual, que están cambiando las reglas, acelerando la innovación y el cambio en los modelos de negocio, con una rapidez nunca vista. Y una guerra de guerrillas en la que están el resto de las empresas, necesitadas de encontrar posiciones desde las que plantar cara tanto a los grandes como a los pequeños.

Del análisis de la situación y de la comparación de la evolución de las empresas del sector, parece que un elemento clave para sobrevivir está en la flexibilidad, descomponiendo en la medida de lo posible la actividad en bloques, que permitan adaptarse al entorno agregando o eliminando áreas según necesidades.

Pero conseguir esta flexibilidad, sin salirse del marco jurídico-administrativo que tenemos, no es tarea fácil y obliga a hilar muy fino. Y es que, como manifestaba recientemente en un foro jurídico todo un magistrado de la Sala de lo Social de un TSJ, es increíble que alguien siga atreviéndose a ser empresario. Pues eso, que el mercado está muy difícil, y lo demás, muy complicado.