El Gobierno se queda solo en su rechazo a vincular otra vez las pensiones al IPC

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

Miguel Toña | EFE

Rajoy se defiende diciendo que él también querría subirlas, «pero no hay recursos»

02 mar 2018 . Actualizado a las 11:17 h.

El conflicto de las pensiones se encona, tanto dentro del Congreso como en la calle. Se vio con claridad ayer. Mientras que centenares de jubilados volvieron a protestar a las puertas de la Cámara Baja -adonde se dirigieron después de manifestar su enfado ante el Ministerio de Hacienda-, la comisión del Pacto de Toledo vivió una de sus sesiones más tensas. Aunque la reunión de la mesa y los portavoces se celebró a puerta cerrada, desde el pasillo era claramente audible la furia de la presidenta de la comisión, la popular Celia Villalobos, molesta al constatar que el PP se quedó solo en su negativa a tratar lo que, tanto la calle, como los grupos de la oposición, reclaman: que la revalorización anual de las pensiones -que lleva un lustro con el mínimo del 0,25 %, apenas euro y medio más al mes- vuelva a vincularse al IPC para frenar la pérdida de poder adquisitivo.

Precisamente el Pacto de Toledo había aparcado este espinoso asunto desde el inicio de sus trabajos por el choque de posiciones que provoca. Tanto el PSOE como Unidos Podemos reclaman la derogación del actual índice de revalorización, de un mínimo del 0,25 % y un máximo del 0,50 % más el IPC. Los socialistas están pidiendo que este mismo año se llegue al 1,6 %. Pero el Gobierno no está dispuesto a enmendarse a sí mismo, ya que fue él quien aprobó en solitario, en la reforma del 2013, que la subida anual de las pensiones no dependiera de la inflación, sino de la marcha de la economía.

Pero ahora, con el malestar social disparado, la oposición -por mayoría- logró ayer forzar el acuerdo de que el tema se debata en la próxima sesión de la comisión, el 7 de marzo. Y no fue fácil, ya que la pretensión del PSOE, Unidos Podemos, PDeCAT, PNV y Compromís chocó con la negativa frontal del PP e incluso con su evidente enfado, incluyendo gritos por parte de la presidenta, Celia Villalobos. Ciudadanos, de momento, sigue sin posicionarse.

La presión de la calle lleva a Rajoy a acudir a un pleno monográfico sobre estas prestaciones

No se trataba únicamente de que los populares no quisieran desempolvar la revalorización, sino de que, además, se resistían a que el Pacto de Toledo la abordase antes de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, compareciese en el Congreso, en el pleno monográfico previsto sobre pensiones, y allí anunciara mejoras. Una de ellas podría ser la deducción fiscal avanzada por el ministro de Hacienda. Podría diseñarse como el cheque mensual que reciben de las madres trabajadoras (impuesto negativo), lo que cubriría también a los pensionistas exentos del IRPF, según avanzaba El Periódico de Catalunya.

Finalmente, la comisión lo tratará la próxima semana, ya que el propio Rajoy anunció ayer que solicitaría comparecer en el hemiciclo y que lo haría «en unos 10 o 12 días». «Creo que puede ser el monográfico más importante de la legislatura», subrayó, indicando que aunque otros grupos habían pedido que hablara de la sostenibilidad del sistema, él prefiere un debate «general».

«Entiendo las reivindicaciones»

En una entrevista televisiva, el presidente también aseguró que entendía «perfectamente» las reivindicaciones de los pensionistas que se manifiestan en las calles pidiendo una subida mayor de sus prestaciones, pero aseguró que «no hay recursos suficientes» para hacerlo.

«No es que no quiera subirlas. Yo quiero subirlas, pero es un problema de poder [hacerlo]», apuntó, para recordar que el PP «ha subido las pensiones todos los años de la crisis. Es verdad que poco, mucho menos de lo que nos hubiera gustado. Y ahora, que hay recuperación, la gente quiere que se les suban más y los funcionarios cobrar más... Yo entiendo todas las reivindicaciones, pero como presidente del Gobierno tengo que tener una visión general. Hay que ir poco a poco. Lo que no podemos es gastar lo que no tenemos».

Rajoy también insistió en que las subidas llegarán si se mantiene la actual política económica, ya que la recuperación «no ha llegado aún» al nivel deseado.

El factor de sostenibilidad rebajará las nuevas prestaciones a partir de enero

Aunque en este momento la indignación de los pensionistas está focalizada en la subida del 0,25 % de este año, que consideran mísera, lo más duro de la reforma del 2013 aún está por llegar. Porque junto con la desvinculación de las pensiones del IPC, el Gobierno aprobó el bautizado como factor de sostenibilidad, una fórmula que recalcula la cuantía de las prestaciones en función de la esperanza de vida para preservar la sostenibilidad del sistema. Es decir, que si sube la esperanza de vida, se reducirán las pensiones.

Su entrada en vigor está fijada para el 1 de enero del próximo año y se traducirá en una rebaja de la prestación que recibirán los nuevos jubilados. ¿De qué recorte estamos hablando? Expertos y sindicatos coinciden en calcularlo en torno al medio punto, es decir, el doble de la subida de este año. Pero dado que su efecto es acumulativo, en las próximas dos décadas la bajada de la prestación estaría en unos 350 euros mensuales.

Pero los salarios, aún peor

Pero volviendo al presente, y a la revalorización por la que miles de jubilados han tomado las calles, comparado con la evolución de los sueldos en los últimos años el avance en las prestaciones públicas ha sido mayor, ya que se han mantenido en positivo (aunque los precios cayeran) -o congeladas-, pero nunca han sufrido recortes durante los peores momentos de la crisis. Sin embargo, tal y como muestra la encuesta anual de coste laboral que elabora el INE, los sueldos sí sufrieron bajadas.