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«Enterrar los residuos orgánicos va a resultar bastante complicado»

Sindo Martínez XINZO / LA VOZ

GANADERÍA

MIGUEL VILLAR

Amador Díaz es el presidente de la asociación de productores de la patata de A Limia

15 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El presidente de la asociación de productores de la patata de A Limia, Amador Díaz, considera que el impacto de la nueva normativa sobre el sector del tubérculo antelano será limitado. «El purín solo se echa en las fincas del cereal, aunque lo normal es que muchos productores de patata también lo sean de trigo. Nos vamos a ver afectados. El problema es más peliagudo para el sector ganadero. Tener que enterrar esos residuos orgánicos va a ser complicado», aseguró. Díaz mostró su preocupación por el impacto de esta medida en el sector primario. Manifestó que espera que en breve la Xunta aclare qué medidas va a tomar para paliar las consecuencias que traerá la nueva normativa.

A Limia es la comarca gallega con un mayor parque de tractores y maquinaria agrícola, y en ella se concentran un 70 % de la producción de cereal y casi una cuarta parte de la de tubérculo. Los problemas en el tratamiento de purines y estiércol vienen de antiguo. El cierre de la planta de procesamiento de estos residuos en Sarreaus -la única de Galicia-, con un volumen anual de 110.000 toneladas de estos restos orgánicos de animales, no contribuyó a solventar el problema. El vertido de purines y el excesivo uso de fertilizantes por parte de algunos productores han contribuido a degradar los acuíferos y el río Limia. El Gobierno, la Xunta y Diputación pusieron en marcha un plan denominado Regenera A Limia -por 2,2 millones de euros- para intentar revertir la contaminación en el río.