Ignacio González: «La que va a juicio es otra Pescanova, no los conozco, ojalá no se llamaran igual»

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

M. Moralejo

«Nosotros somos el futuro de un grupo que nació en el 2015, y que puso fin a la incertidumbre», dice el consejero delegado de Nueva Pescanova

11 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace dos años que Ignacio González (Madrid, 1968) dejó Campofrío para ser consejero delegado de Nueva Pescanova, un grupo refundado en el 2015, que facturó en el 2017 más de 1.100 millones, y que este año llegará a los 100 millones de ebitda. No cotiza en bolsa, y no tiene directivos a la espera de juicio. La aclaración viene a cuento porque Nueva Pescanova dista mucho de la vieja sociedad, que acabó en quiebra, que no tiene actividad, y que a final de año protagonizará un macrojuicio que podría llevar a la cárcel a los antiguos gestores, a quienes Ignacio González no conoce.

-Dos años dirigiendo Nueva Pescanova. ¿Reto superado?

-Queda muchísimo por hacer, pero todo lo que dijimos lo hemos hecho, y estamos satisfechos. Hemos rejuvenecido la marca. Se ha hecho la ampliación de capital necesaria para la supervivencia de la compañía, estamos cumpliendo nuestros plan estratégico, y hemos llegado a un entendimiento laboral buenísimo, con paz social hasta el año 2020.

-Cuando la modélica plantilla amenazó con hacer huelga, o cuando la banca no se ponía de acuerdo para la ampliación de capital... ¿Pensó en marcharse?

-Nunca, para nada. Esto no es la historia de una persona. Tengo detrás un equipo fantástico, entre gente que había en la casa y talento que hemos traído de fuera. Los resultados nos acompañan, y esto tiene buena pinta.

-¿Suerte o buena gestión?

-Tengo un amigo portugués que dice: «A sorte costa muito trabalho». La suerte nos ha pillado con las redes en el agua.

-La vieja Pescanova ha conseguido llevar a juicio la ampliación de capital que la diluyó al 1,6 %. ¿Nuevo momento delicado?

-Ocupa muy poco mi atención. Nuestros abogados son optimistas, porque tal y como hicimos la ampliación, con la homologación judicial, y justificando que era necesaria para la compañía, estamos seguros de que vamos a ganar. No tenemos un plan B.

-La vieja Pescanova parece mal enemigo. ¿No es mejor negociar que llegar a los tribunales?

-Eso habría que preguntárselo a los accionistas. Yo solo soy el director general, que trata de movilizar a la gente para ejecutar un plan estratégico hasta el 2020.

-Hay gente que está comprando acciones pensando que son de Nueva Pescanova.

-El problema es que nos llamamos igual.

-¿Fue un error no cambiar el nombre?

-Me hubiera gustado que lo cambiaran ellos. Nosotros nos debemos llamar Pescanova porque somos los dueños de la marca, y la vendemos en las tiendas. Somos el futuro de Pescanova y lo que se está juzgando es el pasado. Nueva Pescanova es una sociedad que nace en el 2015, y que ha cambiando la incertidumbre que había en el 2013 por ilusión. Lo que se está juzgando es la gestión e incertidumbre del pasado.

-Ese juicio va a tener a Pescanova en muchos titulares este año, y no para bien.

-Por eso tenemos que dejar claro que son otros, que es el pasado, que es una sociedad diferente. La Pescanova que está en los tribunales no pesca, solo tiene el 1,6 % de este grupo. Tiene que quedar muy claro que ninguno de los imputados trabaja en esta casa. Nueva Pescanova está reconstruyendo algo muy importante para Galicia.

-El expresidente va a ser procesado por nueve delitos...

-Yo nos los conozco. Entré en compañía nueva. Los jueces determinarán las responsabilidades. Yo no estaba aquí, la gestión del pasado es de otra compañía, ¡ojalá no se llamaran igual!

-Nueva Pescanova crece, genera empleo... El juez puede pensar que la cosa no ha sido para tanto, y suavizar las penas, si las hay.

-¡Ojo! El año pasado el grupo aún perdió 35 millones. Y los acreedores, 1.800 millones, con la quita, y muchos ahorradores han perdido su dinero.

-¿Por qué se ha ido Deutsche Bank del capital del grupo?

-Lo importantes es que, cuando dice que quiere vender a alguien que no está en el accionariado, los demás accionistas, ejerciendo su derecho preferente, deciden comprar y reforzar su posición a la compañía.

-Pero el precio... [Deutsche vendió a 0,25 céntimos la acción]

-Era una participación pequeña.

-El Santander nunca quiso saber de Pescanova y ahora está de rebote en el capital, con las acciones del Popular. ¿Venderá?

-No estoy en la cabeza de los accionistas. A mí no me consta.

-Mediado ya el plan estratégico 2020, ¿cómo será la salida de la banca del capital?

-No puedo contestar más que desde la impresión que yo tengo de lo que ellos [los inversores] me dicen, y es una impresión de apoyo al plan, de satisfacción por el 2017. Mientras la compañía siga generando valor, están tranquilos. Los bancos no están aquí para quedarse, pero tampoco para una salida precipitada. No estamos aún en ese momento. La lógica te dice que hay dos vías: salida a bolsa o vender el grupo a un socio que quiera seguir desarrollando el plan.

-¿Qué opción le gusta más?

-El mercado está fragmentado. Se puede construir un gran operador de productos del mar. Ojalá sea Pescanova el protagonista de esa consolidación, porque es el más grande.

-¿Tienen ofertas de compra? Al precio que vendió Deutsche sale una ganga de 35 millones.

-Esto es una sociedad limitada y para vender tiene que haber alguien que desee hacerlo. Hacer números es muy complicado. Lo que hay que ver no es una venta que ha sido puntual y minoritaria, sino cuánto va a valer la compañía en el 2020, y eso lo determina el cumplimiento de nuestro plan estratégico.

-¿Cómo van las cuentas?

-Se están auditando. La rentabilidad va a aumentar más rápido que las ventas, que siguen en alza. La demanda sigue creciendo. No sé donde está el techo, pero lo que sí sé es que hay mucho camino por recorrer.

«Los abogados dicen que la demanda contra la ampliación de capital se ganará. No hay un plan B»

«Esto es una sociedad limitada y para venderla tiene que haber alguien que desee vender»

«Se han lanzado 23 nuevos productos, hemos recuperado el gen innovador de esta compañía»

Nueva Pescanova es un grupo todavía en proceso de reestructuración. En el 2017 se desprendió definitivamente de la planta de acuicultura de Mira (Portugal), y el 2018 ha arrancado con la venta de la división Nueva Honduras para reinvertir en el negocio del langostino en Nicaragua, el cultivo estrella del grupo.

-¿Sobran todavía más filiales?

-Todo lo que no responde a nuestro ADN, que es traer la frescura de la mar al plato, tiene un interrogante al lado. Además la compañía sigue necesitando mejorar su balance, y empezar a reestructurar la deuda internacional. Hay filiales en el extranjero que hay que atacar, estamos empezando a negociar con bancos y acreedores.

-¿Se resentirá el negocio con la pérdida de Mira?

-Se va a notar en las ventas del año 2017, porque la comercialización del producto de Mira, desde agosto, la hace Stolt. El negocio pesaba un 3 %, y ahora, un 1,5 %. Veníamos de 5.500 toneladas, y vamos a 3.000. Pero el grupo no dejará de cumplir el plan estratégico por el rodaballo.

-Hay también una nueva Pescanova en el supermercado.

-Hemos lanzado 23 productos nuevos en el 2017. Había que compensar diez años en los que no lanzamos prácticamente nada. La marca ha entrado por primera vez en el refrigerado, es una apuesta fuerte. Hay mucha innovación en procesos y también en los productos en los que Pescanova no estaba, como el pulpo y el mejillón.

-Parece arriesgado. El mercado es muy cambiante. ¿Cuantos de esos 23 van a seguir en el mercado dentro de 5 años?

-No lo sé. Seguro que todos no, el error forma parte de la innovación, pero hemos recuperado un gen de esta compañía que es la innovación, que estaba un poco perdido.

-¿Notan que se han vuelto a poner por delante en los expositores de los supermercados?

-Somos grandes y somos buenos. Pero somos humildes, y nos tenemos que ganar al consumidor igual que los demás.

-¿Cómo ve el mercado?

-Tiene pinta de que esto va bien. Nielsen nos dice que de las 25 primeras marcas de España somos la que más crece, un 11,6 %. Y Kantar que somos la enseña de gran consumo que más hogares ha ganado el año pasado, casi 700.000. La marca está mejor que nunca. También en Portugal. Con muy buenos resultados en Italia; y con retos ilusionantes: Francia y EE.UU.