Alcoa y otras empresas paran la producción para abaratar la luz

m. s. VIVEIRO / LA VOZ

ECONOMÍA

SIGI TISCHLER | EFE

En lo que va de año han tenido que aplicar la interrumpibilidad media docena de veces, ya que la ola de frío dispara el consumo

10 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La ola de frío intenso en toda España -y por consiguiente la mayor demanda energética- ha obligado a aplicar la interrumpibilidad eléctrica ya en diversas ocasiones en lo que va de año a cada una de las fábricas de Alcoa (A Coruña, San Cibrao y Avilés), contribuyendo así a abaratar el recibo de la luz.

El operador del sistema eléctrico, Red Eléctrica Española, ha solicitado ya a Alcoa seis o siete veces, en apenas mes y medio, que interrumpiese temporalmente el consumo. La última, este pasado martes, en las plantas de Avilés y A Mariña, que pararon durante una hora.

Les sucedió lo mismo a otras grandes empresas consumidoras de electricidad. La aplicación de la interrumpibilidad obedeció a «criterios económicos»; un nuevo uso introducido este año para abaratar el precio de la electricidad al consumidor final.

Desde la multinacional Alcoa confirman que todas sus fábricas han prestado el servicio solicitado de manera automática en períodos de una hora, conforme a lo solicitado, «de manera eficiente y sin incidentes».

Cambios

Hasta la aprobación de la nueva normativa, el servicio de interrumpibilidad en España solo se había aplicado como medida cautelar para garantizar el suministro de energía de una zona específica cuando se registraba algún incidente en la red, a fin de evitar así problemas mayores.

Fue lo que sucedió en junio del 2016, cuando se averió durante dos horas un transformador de la subestación de Soto de Ribera (Asturias). O durante tres horas en la noche del 2 al 3 de octubre del pasado año debido a un incidente en la central térmica de Aboño II, también en Asturias, tal como recuerdan desde la multinacional del aluminio.

La principal diferencia este año -respecto a las subastas eléctricas celebradas en años anteriores, en las que las grandes industrias obtienen primas por comprometerse a parar cuando el sistema lo requiera- es su período de vigencia, que se redujo de un año a cinco meses, hasta el 31 de mayo; una decisión que ya en su día causó una gran preocupación entre las empresas con gran consumo eléctrico.

Desde Alcoa aseguran desconocer en este momento qué pasará a partir del 31 de mayo cuando concluya el período asignado en la última subasta.