Dos firmas gallegas y los gigantes Fenosa y Endesa lideran el nuevo bum eólico

f. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

José Manuel Casal

Las cuatro aceleran la construcción de 18 parques más en los dos años próximos

09 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Si la Administración pone los mimbres, las empresas hacen el cesto. Algo así está ocurriendo en el sector eólico gallego. Paralizado, como el del resto del país, desde que en el 2012 el exministro José Manuel Soria impulsó la reforma energética, ahora cobra nuevos bríos. Revive gracias al ahora titular de Energía, Álvaro Nadal, que ha variado el rumbo de la política energética, impulsando, a golpe de subastas, la construcción de nuevos parques eólicos. Lo hace empujado por Bruselas, que ha marcado el objetivo, a los Estados miembros, de que en el 2020, o sea, ya, la electricidad que consuman proceda de fuentes no contaminantes. Hacen falta, pues, más molinos de viento para dentro de dos años. Los habrá. Y en tiempo récord.

Retoños de esas subastas de renovables serán los, de momento, 18 parques declarados de especial interés por la Xunta en los últimos meses. Tal declaración quiere decir que su tramitación administrativa se realizará a fume de carozo para que dé tiempo a que empiecen a generar energía eléctrica a partir del 2020. Doce de ellos, de hecho, están ya autorizados por la Xunta.

La cuarta más capaz

Esas 18 instalaciones incorporarán, de momento, 409 megavatios a una potencia actual instalada de 3.300. Este último dato hace de Galicia la cuarta comunidad en capacidad de generación eólica y la segunda en producción.

Pero ¿quiénes están detrás? Y ¿dónde se levantarán esos molinos de viento? De acuerdo con la información facilitada por la Consellería de Industria, los protagonistas de esta segunda revolución eólica en la que se verá inmersa la comunidad son los grupos gallegos Norvento e Invertaresa (a través de su filial Inverolica) y las multinacionales Gas Natural Fenosa y Endesa.

El primero de ellos firmará siete parques, todos en Lugo, donde tiene la sede la empresa. Sin embargo, la potencia instalada prevista (116,6 megavatios) es inferior a la que sumarán los molinos que desplegará Gas Natural Fenosa en las seis instalaciones, que sumarán una capacidad de generación de casi 190 megavatios.

Enel Green Power España, es decir, Endesa, proyecta cuatro parques de 92 megavatios. Completa la lista Inverolica de Abella, del grupo Invertaresa, con una instalación de 14.

Fenosa es la que más megavatios prevé instalar, 233 repartidos en siete parques eólicos Estos son los 18 declarados de especial interés, pero la Xunta cuenta con que sean más. De hecho, el Ministerio de Energía tiene contabilizados en Galicia 25 parques registrados por las compañías que resultaron adjudicatarias en la primera subasta de renovables, celebrada en mayo del 2017. Gas Natural Fenosa, por ejemplo tiene otro más, que anunció ayer junto a los otros seis; se trata de un séptimo parque entre los ayuntamientos de Lugo y Guntín, con 46,2 megavatios. En total, este grupo cuenta con instalar 233, todos en las dos provincias del norte.

Falta aún que las ganadoras de la segunda convocatoria, desarrollada el pasado verano, identifiquen los emplazamientos exactos de sus proyectos. En esa última puja se hicieron con megavatios eólicos las también gallegas Greenalia y Fergo Galicia. La primera logró 133 megavatios; la segunda, 24.

La comunidad es la segunda de España en la que más proyectos eólicos se ejecutarán en los dos próximos años, al menos sobre el papel. Los 25 identificados de la primera subasta solo son superados, aunque con creces, por los 80 previstos para Aragón. Con todo, la patronal del sector gallego no se conforma con ese segundo puesto y aspira a recuperar el liderazgo nacional.

Los 400 nuevos megavatios eólicos que se construirán en los próximos meses sumarán una inversión que supera los 400 millones de euros, a razón de un millón por megavatio. Además, la construcción dará empleo a 6.000 trabajadores, según avanzó hace unos días el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, durante el acto de inauguración de un parque repotenciado -el segundo de Galicia- en Malpica.

La nueva Lei de Implantación Empresarial contribuirá a este despegue

Las subastas de renovables impulsadas desde el Gobierno central no fueron los únicos mimbres que consiguieron que las empresas empezasen a elaborar el cesto. La Xunta también tuvo que actuar para adaptar su obsoleta normativa autonómica a la nueva ley del sector eólico, aprobada en diciembre del 2013. Aquí es donde entra la Lei de Implantación Empresarial, a la que Feijoo, en el acto de Malpica, atribuyó los honores de este despegue eólico. Los tiene, también.

Esa norma viene a suponer la liberalización del sector, en el sentido de que los promotores ya no tienen las manos atadas por un concurso, como hasta ahora. De hecho, la ley estatal suprime ya ese tipo de procedimiento al que recurrieron muchas autonomías para desarrollar de forma ordenada la construcción de nuevos parques. Pero no deroga los que ya estaban en vigor, como el de la Xunta. Es decir, el concurso eólico del 2010 sigue vivo sobre el papel, pero muerto en la práctica. Porque bajo su amparo no se ha levantado ni un solo molino, también porque luego vinieron los años de la crisis y de la reforma energética.

Que esté muerto ahora no significa que no pueda revivir a medio plazo. O al menos que algunos de los parques incluidos en él acaben funcionando finalmente. Porque el registro eólico creado por la Xunta tras aprobar la Lei de Implantación Empresarial tiene anotados más proyectos, aparte de los salidos de las subastas de renovables.

Según los últimos datos facilitados por la Consellería de Industria, de finales de enero pasado, en total hay anotadas 36 propuestas de nuevos parques. La mayoría, los de las subastas, y el resto del concurso.