SyC-Applus invierte 1,5 millones para certificar prototipos y revisar camiones, evitando que acudan a Madrid
08 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Galicia se convierte en la cuarta comunidad española en disponer del denominado laboratorio en frío que la habilita para certificar las carrocerías de los fabricantes de vehículos de transporte de mercancías. Y además dispone de la acreditación para que este tipo de camiones renueven las ITV específicas a sus características. Alberto Zalvide, adjunto a la dirección general de SyC-Applus, explica que con estas nuevas instalaciones se atiende a una importante demanda de la flota de la comunidad, dentro del modelo gallego de inspección que desarrolla la compañía desde hace años.
Las nuevas dependencias -en las que se ha invertido 1,5 millones de euros- han sido habilitadas en el espacio del que SyC-Applus, la concesionaria de las ITV en la comunidad, dispone en el recinto de Espíritu Santo, en Sada, en donde se ha alojado una cámara de ensayo de 26 metros de longitud dotada con la tecnología específica para evaluar los sistemas de climatización, refrigeración, resistencia y capacidad aislante de los nuevos prototipos.
Tanto el laboratorio como el área de control acaban de entrar en funcionamiento con la inspección de un vehículo gallego, al que seguirá otro asturiano. Porque tanto el espacio de ensayo como el de inspección para estos transportes se convierten en la única referencia oficial del norte de España homologada para realizar este tipo de supervisiones según el Acuerdo Internacional de Transporte de Mercancías (ATP). Hasta ahora, la cita de los transportistas gallegos y del norte peninsular era Madrid. La proximidad de las instalaciones gallegas agilizará los procesos para los vehículos de Galicia y de las comunidades limítrofes, lo que reducirá tiempos, desplazamientos y gastos de hospedaje, pues el análisis de estos transportes se suele prolongar entre dos y tres días, informa SyC-Applus. Estos camiones están obligados a revisiones periódicas. La primera a los seis años y las siguientes cada tres. Solo la flota gallega contabiliza 15.000 vehículos por el fuerte peso del sector agroalimentario.