Asturias aplicará una normativa a los purines que contentaría a Galicia

Xoán Ramón Alvite Alvite
x. r. alvite REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

ROI FERNÁNDEZ

Nueve de cada diez fincas del Principado eludirán la obligación de enterrar los residuos

04 feb 2018 . Actualizado a las 11:10 h.

La gestión del purín y el estiércol no será, en principio, un problema para los ganaderos asturianos. En plena polémica por la obligatoriedad de enterrar los purines y estiércoles -los agricultores gallegos insisten en que resulta imposible su cumplimiento a corto plazo-, el Gobierno de Asturias ha dado un paso al frente y ha publicado las excepciones y limitaciones que aplicará a esta normativa europea que persigue la reducción de las emisiones de amoníaco a la atmósfera.

Esta particular adaptación de las directrices europeas permitirá que más del 90 % de la superficie declarada por los agricultores y ganaderos asturianos quede exenta del cumplimiento de la norma y que en más de 408.000 parcelas (el 96 % del total) pueda seguir aplicándose el purín o el estiércol a través de los sistemas tradicionales.

Del mismo modo, la resolución de la Consejería de Agricultura asturiana publicada ayer en el Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPA) prevé que los ganaderos y agricultores puedan seguir utilizando sistemas de plato, abanico y cañones (los más habituales en Galicia) para aplicar el purín en las superficies agrícolas cuando las fincas cuenten con una pendiente media superior al 10 %. También se podrá seguir optando por estos métodos de aplicación cuando la finca tenga una superficie inferior a 5.000 metros cuadrados o en todas aquellas con una superficie inferior al 50 % de la superficie total neta de la explotación.

Por último, también se excluye de la norma que obliga a infiltrarlo en el terreno el purín que se aplique en días con una temperatura media inferior a 12 grados y el que se entierre dentro de las 24 horas siguientes a su aplicación.

Tratamiento del estiércol

En cuanto al estiércol, deberá soterrarse después de su aplicación en el menor plazo de tiempo posible, excepto para los tipos de cultivo mediante siembra directa o mínimo laboreo, los pastos, los cultivos permanentes y cuando la aportación de estiércol sólido se realice en cobertera con el cultivo ya instalado, el 90 % de los supuestos que pueden darse en Galicia.

La normativa, consensuada con el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), gestora de las ayudas de la Política Agraria Común (PAC), no solo ha sido recibida con alivio por parte de los agricultores y ganaderos, sino también por los gallegos, que esperan que la comunidad adopte medidas similares. De hecho, se espera que la Xunta se pronuncie en breve sobre el asunto, habida cuenta de las palabras de la titular de Medio Rural, Ángeles Vázquez, a un grupo de ganaderos dezanos pidiéndoles tranquilidad e instándolos a no realizar inversiones para adaptarse a la nueva normativa.

En este sentido, organizaciones como Unións Agrarias han pedido que se unifiquen estos criterios y que se establezca un período transitorio de varios años para que el ajuste a la normativa no sea traumático. En cuanto a la normativa asturiana, dirigentes como Román Santalla, responsable de ganadería a nivel estatal del sindicato, la valoran positivamente, al tiempo que proponen otras medidas para Galicia, como la utilización de un disco ecológico en las cisternas que proyecta el purín hacia el suelo. Sistema que, al parecer, permite reducir notablemente la emisión de amoníaco al aire.