Javier Touza: «Iba para notario, y lo dejé para ayudar a salir de una suspensión de pagos»

Sofía Vázquez
Sofía Vázquez REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

M. Moralejo

El consejero delegado de la armadora Chymar denuncia el intervencionismo brutal que sufre el sector: «Nos controlan por satélite las 24 horas»

27 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando se profundiza en la situación de la pesca con Javier Touza, consejero delegado de la armadora Chymar, uno entiende lo que se juega Galicia en la negociación del brexit. Pero también lo que son los derechos de pesca, algo parecido a las licencias de los taxis: los tienen unos pocos y, si los quieres, los pagas.

-Usted iba para notario.

-Me fui a Madrid a estudiar Icade. Luego empecé a preparar notarias, pero en el año 1992 la empresa entró en suspensión de pagos. Dejé la oposición y me vine para ayudar a reflotarla.

-¿Dicen que el sector pesquero siempre anda llorando?

-Somos un sector tradicional y clave en el desarrollo de Galicia. Pero tenemos un enorme problema: somos el sector más regulado que existe. Un pescador no puede salir a faenar cuando quiera, como quiera, adonde quiera y decidir cuánto pescado trae. Hay que cumplir con las homologaciones, las tripulaciones tienen que tener unas titulaciones específicas, hay autorizaciones administrativas para certificar que el barco está en condiciones de pescar. Hay que acreditar las licencias de pesca y cuando sales estás absolutamente controlado las 24 horas del día con seguimiento satelital. En cualquier momento la Administración sabe qué estás haciendo y dónde.

-Parece una película de espías.

-No, se trata de un intervencionismo brutal que no se da en ningún otro sector.

-Quizá los controlan porque tienen fama de esquilmar los mares.

-Esos son viejos clichés que no se corresponden lo más mínimo con la realidad. Nosotros no practicamos pesca ilegal. Somos sus primeros detractores: destruye recursos y devalúa el producto. Acaba de salir uno de nuestros barcos y lleva un observador científico a bordo que estará pendiente de que no se cojan corales ni esponjas, etcétera. Tenemos unas restricciones tremendas desde el punto de vista administrativo para desarrollar nuestra labor. Y, además, estamos sujetos a negociaciones políticas. Desde nuestra entrada en la Unión Europea existe una enorme inadecuación de la capacidad productiva (el volumen de barcos que tenemos, la capacidad que tienen para pescar y el número de tripulantes) en relación con lo que se llaman las cuotas. La flota española tiene cuotas en aguas comunitarias, en torno al 7 %, pero su capacidad de flota está en el 21 %. Esa inadecuación ha llevado a una pérdida enorme de flota y de tripulaciones.

-Alguien se llevó la diferencia.

-No exactamente. Cuando entramos en la UE ya estaba distribuido el pastel. Ya se habían fijado una serie de criterios (estabilidad relativa) sobre qué porcentaje le correspondía a cada país. Hay quien tiene menos flota, menos capacidad pesquera. Nosotros tradicionalmente siempre hemos dicho si usted, país X, tiene asignadas 100.000 toneladas y pesca 50.000, el resto no se está utilizando. Entendemos que por criterio de solidaridad y equidad debería atribuirse ese exceso a países como España, que es deficitario en cuotas.

-Pero eso nunca ocurre.

-Nosotros proponemos que se facilite la cesión de cuotas entre organizaciones de productores. Sería mucho más sencillo. El problema es que para hacer cesiones entre países es un toma y daca. Ofreces sardina a cambio de merluza. Pero el problema es que tenemos poco que ofrecer a los demás.

-¿Por organizaciones sería más fácil?

-Tenemos múltiples cosas para ofrecer: una participación en las capturas, en beneficios, actuaciones conjuntas, dinero...

-¿Qué opina de la ministra García Tejerina? Por Galicia mucho no se la ve.

-Tengo muy buena opinión. Tiene gran experiencia en negociaciones, con gran conocimiento de empresa, con capacidad de negociación e interlocución. Es muy consciente de nuestros problemas y nos está defendiendo. Creo que la entrada del Tejerina ha supuesto que seamos más inteligentes negociando.

La falta de relevo generacional no es un problema de dinero

Los barcos de gran altura son empresas flotantes. Un buque de 70 metros de eslora, 11,5 metros de manga y 2.200 caballos de potencia puede conllevar una inversión de 20 millones. Hay dos segmentos de flota que están acometiendo su renovación: arrastre de larga distancia y palangreros.

-¿Por qué esa renovación?

-Buscamos adecuarnos a los retos de la política común de pesca: descartes, valorización de los subproductos, aprovechamiento máximo de lo que pescas (les sacas partido a las cabezas, a las agallas, etcétera), exigencias medioambientales, protección de las aves marinas, lucha contra el cambio climático. Proveemos a los barcos de tecnología y seguridad, y, por su puesto, mejorando la habitabilidad a bordo.

-¿Cuántas personas van en sus barcos?

-40. En este momento estamos sufriendo un problema relacionado con el relevo generacional. Es un trabajo muy duro que requiere renuncias como cuatro meses sin ver a las familias.

-Pero este problema estará relacionado con el salario. ¿Cuánto cobra un capitán?

-No, no. El problema es que a la gente joven le cuesta mucho admitir estas renuncias y se exige una formación. Claro, no sirve con decir «quiero ir embarcado». ¿Tienes los reconocimientos médicos? ¿Las actitudes físicas y mentales precisas para ir a bordo de un barco? ¿Tienes cualificación en manipulación de alimentos, o en supervivencia?

-¿Con quiénes están supliendo los tripulantes gallegos?

-En el caso de barcos de sociedades mixtas pueden incorporarse extranjeros, pero en buques españoles tenemos libertad para contratar a trabajadores comunitarios o extranjeros con permiso de trabajo y de residencia. Es habitual que en los barcos haya personas nacidas en Ghana, en Senegal...

-Estos tripulantes de Ghana y de Senegal ¿tienen más capacitación que un español?

-Tienen que tener la misma.

-«Brexit». ¿Cuáles son las líneas que no se pueden cruzar?

-Tenemos que proteger la seguridad jurídica a ultranza (inversiones realizadas en compra de buques, derechos de pesca), exigimos un estatu quo (permíteme el acceso al recurso a cambio de acceso al mercado) y la protección de los trabajadores.