Competencia reta a Nadal y apoya el cierre de centrales de carbón

F. Fernández LA VOZ

ECONOMÍA

ANGEL MANSO

El regulador sostiene que el sistema eléctrico tiene exceso de plantas de generación

24 ene 2018 . Actualizado a las 20:09 h.

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, desató una tormenta hace unos meses al anunciar que quería cerrar tres centrales de carbón. El ministro de Energía, Álvaro Nadal, recogió el guante para enfriar los deseos de Galán al recordar que es el ministerio el que autoriza o no esas clausuras. Poco después, Energía elaboró un proyecto de real decreto que extrema las condiciones para que las compañías eléctricas echen el candado a las plantas. Ya no solo exige que el cierre solicitado no afecte a la seguridad del suministro eléctrico, sino que tampoco altere los precios de la electricidad, ni a la competencia en el sector, ni al suministro de materias primas ni a los objetivos de planificación energética. Y, ahora, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) casi tira a la basura ese proyecto de real decreto. El regulador explica que tales nuevas condiciones que quiere imponer el ministerio a las eléctricas no están incluidas en la ley del sector eléctrico y que incluso podrían contravenir las directivas comunitarias. Además, la CNMC no ve problema alguno en que se cierren centrales. Al contrario. Subraya que en España hay demasiadas centrales de generación eléctrica y que el sistema podría «prescindir sin riesgo de una parte significativa del parque de carbón existente». De este modo, Competencia se pone del lado de Galán y reta a Nadal. Los informes del regulador son preceptivos, pero no vinculantes, es decir, el ministerio puede seguir adelante con su proyecto de real decreto y hacer oídos sordos al regulador.

En Galicia funcionan dos centrales de carbón. Una de Endesa, en As Pontes; y otra de Gas Natural Fenosa, en Meirama (Cerceda). La primera tiene garantizada su continuidad hasta el 2045. El futuro de la segunda no está despejado del todo y la compañía debe decidir si prolonga la vida útil de las instalaciones ejecutando una fuerte inversión para reducir sus emisiones contaminantes.