Navantia se apoya en el nuevo ciclo inversor de la Armada para dar alas a su plan industrial

Beatriz García Couce
beatriz couce FERROL / LA VOZ

ECONOMÍA

CESAR TOIMIL

La dirección de los astilleros públicos comienza a negociar su futuro y dice que mantendrá abiertos todos los centros

22 ene 2018 . Actualizado a las 21:55 h.

Por cada empleo directo con los que cuenta la plantilla de Navantia (formada por 5.200 personas, 2.200 en la ría ferrolana) se sustentan otros siete en sus industrias auxiliares y firmas indirectas. En total, unos 38.000 puestos de trabajo que dependen de la actividad de los astilleros públicos, que concentran el 80 % del empleo en el naval español. Solo en la provincia coruñesa, hay más de 15.000 puestos ligados a las antiguas Astano y Bazán. Ayer, la dirección de la compañía, junto a su único accionista, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales, presentó a los sindicatos con presencia en las factorías las líneas generales del plan industrial diseñado para el período comprendido entre este año y el 2022.

El programa estratégico es vital para la compañía, debido a su necesidad de sanearse económicamente, pero también de adaptar sus procesos y estructura a la situación general del mercado. Los responsables de la empresa manifestaron que quieren mantener la actividad en todos los centros, espantando así uno de los fantasmas que históricamente acompaña al naval público español: el cierre de factorías. En ese período, se apoyarán en el nuevo ciclo inversor del Ministerio de Defensa, anunciado por la ministra, María Dolores de Cospedal, quien incluye en ese paquete las futuras fragatas F-110 que se harán en el astillero ferrolano.

Pero además de un nuevo plan comercial y de operaciones, la estrategia de futuro diseñada por la empresa se sustenta también en la modernización de las factorías, con la aplicación del Astillero 4.0, y en un programa de rejuvenecimiento de las plantillas para adecuarlas a los nuevos requerimientos del mercado. Este se ejecutará con un plan formativo e irá acompañado de un nuevo convenio único para todos sus empleados.

En este período se jubilarán de forma natural en la empresa más de 1.200 trabajadores.

Caída del mercado

Los responsables de Navantia expusieron los cambios que se han producido en el sector naval a nivel internacional y abordaron la situación actual de la compañía. Así, el 90 % de las construcciones militares se realizan en el ámbito doméstico y solo en Europa ha caído en un 40 % la contratación del sector. Los países reclaman fundamentalmente diseño y transferencia de tecnología, lo que cada vez limita más las oportunidades de exportación que impliquen la construcción de los barcos en España.

En el mercado civil tampoco el escenario es más favorable, ya que el 60 % de la demanda se ha volatilizado, lo que a su vez ha propiciado un desplome de los precios de construcción de los mercantes a la mitad. La división de reparaciones se enfrenta también a una sobrecapacidad a nivel internacional.

En este nuevo escenario al que se verá abocada en los próximos meses, Navantia se reivindica como empresa eminentemente militar.

La compañía fabrica en la ría de Ferrol para la eléctrica Iberdrola 42 jackets -cimentaciones sobre las que se sustentan los aerogeneradores en el mar-, sendos buques para las Armadas de España y Australia y módulos para los petroleros que se ensamblan en Puerto Real (Cádiz). Tiene puestas sus expectativas de obtener nuevos encargos, además de en las F-110, en Australia y Arabia Saudí.