De Guindos: «La alternativa al rescate habría sido nuestra expulsión del euro»

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

Emilio Naranjo | EFE

Aseguró que el crecimiento actual confirma que las reformas fueron «acertadas»

17 ene 2018 . Actualizado a las 06:57 h.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, celebró ayer su cumpleaños en el Congreso, sentado ante la comisión que investiga la crisis financiera y el rescate de las cajas, defendiendo su gestión y las medidas para reformar el sistema bancario. «La prueba definitiva de que fueron acertadas es la actual coyuntura económica de nuestro país», dijo.

También justificó la petición del rescate para las entidades con problemas, indicando que «la alternativa habría supuesto [...], dada la coyuntura macroeconómica existente en el 2012, casi automáticamente, el rescate completo de nuestra economía o bien nuestra expulsión de la unión monetaria».

Crítica a los «parches» del PSOE

De Guindos marcó distancias con el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero, que, dijo, «se había limitado a aportar dinero a fondo perdido» a las entidades, sin tomar las medidas que eliminaran realmente las dudas existentes.

«A diferencia del Gobierno anterior, el nuevo Ejecutivo decidió afrontar la situación de manera exhaustiva e integral», aseguró, y desgranó en la Cámara los decretos bautizados como Guindos I y II, que permitieron «arrojar luz» sobre los balances bancarios y cuantificar «de forma clara y definitiva la magnitud del problema», con lo que se recuperó la confianza perdida en el sector financiero y en la economía española. «Conseguimos incrementar las provisiones de la banca en 86.000 millones de euros», sentenció.

«Rato dimitió voluntariamente»

Bankia y el Popular fueron otros de los puntos que mayor debate suscitaron. En el primer caso, los portavoces interpelaron al ministro por las acusaciones vertidas la pasada semana por Rodrigo Rato, que aseguró que De Guindos le había exigido la dimisión y que había urdido, a espaldas del Banco de España, el rescate de Bankia, en connivencia con sus principales competidores, que resultaron beneficiados. «Yo no le pedí que dimitiera. Dimite él porque veía lo que se le venía encima: había presentado unas cuentas sin auditar, que es una falta especialmente relevante», explicó.

Sin embargo, desveló por primera vez que Rato le llamó al día siguiente para decirle «que se lo había pensado bien» y que iba a continuar como presidente hasta la siguiente junta, pero que entonces él ya no le dejó continuar. «Entonces sí que le digo que tiene que dimitir, porque ya lo había comunicado a la CNMV. Puede que él confundiera la primera petición, que no existió, con la segunda, que sí se hizo».

Sin culpa en el Popular

En lo que respecta a la resolución del Popular, insistió en los argumentos de que la fórmula fue la más adecuada porque no puso en riesgo al resto del sistema ni requirió dinero público y «se hizo según las normas de la unión bancaria». A las preguntas sobre por qué no se le facilitó liquidez y por qué, si se aseguraba que era solvente, cayó por una crisis de liquidez, De Guindos se defendió asegurando que «el ministerio no es responsable de todo; era responsabilidad del Banco de España: Economía no tiene capacidad para analizar la calidad del colateral».

En respuesta a si había dado orden de que las instituciones públicas sacaran dinero del Popular, pese al discurso de que era solvente, el ministro recordó que «siempre» que había hablado de la entidad se había remitido a lo que le transmitía el supervisor, «porque el Gobierno no tiene inspectores en los bancos». «Lo que me decían era que en los últimos dos meses y medio salieron un 70 % de depósitos privados y un 30 % de públicos. Y yo nunca le dije a ninguna institución que sacara el dinero. ¡Imagine lo que se habría montado!», concluyó el ministro.

Los afectados gallegos por las preferentes denuncian en el Congreso que «nadie ha pagado por esta estafa masiva»

«Esto ha sido una estafa masiva», aseguró ayer en el Congreso Xesús Domínguez, portavoz de la Coordinadora de Plataformas de Afectados por las Participaciones Preferentes y Obligaciones Subordinadas, durante su comparecencia en la comisión que investiga la crisis financiera y el rescate de las cajas.

Domínguez, propuesto como ponente por En Marea, hizo un recorrido por la historia de estos instrumentos híbridos que atraparon los ahorros de más de 116.000 gallegos, y denunció que, pese a que la «estafa» ascendió en total a más de 42.000 millones de euros, se sabe «poco de las condenas a directivos de banca por la comercialización de estos productos».

«En el caso de las cajas gallegas, por ejemplo, lo fueron -subrayó en referencia a la condena del expresidente de Caixanova Julio Fernández Gayoso o la reciente imputación de su homólogo de Caixa Galicia, José Luis Méndez- por una operación inmobiliaria fallida, pero no por las preferentes». «Me falta escuchar a un Méndez o a un Gayoso admitir que cometieron errores. Solo fue la crisis, la burbuja que se hinchó y que luego pinchó», añadió.

«Nadie fue responsable de que esta estafa nos haya costado tanto, de que con la ley se incentivara la venta de productos tóxicos», lamentó en un discurso en el que se mostró generoso en el reparto de culpas, de las que no escaparon ni los sucesivos Gobiernos del PP en Galicia, ni los supervisores, ni las entidades financieras. De hecho, destacó cómo los pequeños ahorradores vieron traicionada su confianza en las entidades y se les colocaron, como si fueran depósitos, productos complejos solo aptos para inversores profesionales.

La fuerza de la movilización

Domínguez puso en valor especialmente la capacidad de los afectados para movilizarse: «Las protestas y concentraciones, encierros y ocupaciones de concellos e instituciones desde finales del 2012, y la movilización y el apoyo ciudadano hicieron posible que en Galicia recuperásemos el 90 % del dinero, un caso singular». A fecha de hoy, según sus cálculos, no se han devuelto unos 100 millones de euros, sobre todo a herederos y a personas mayores. «No es el mercado, es una estafa», volvió a insistir, tomando como referencia lo que la semana pasada sentenció Rodrigo Rato.

También criticó con dureza las decisiones políticas que acabaron con la existencia de las cajas, que en Galicia eran una «pieza clave de cohesión social».