La construcción y la hostelería siguen tirando del mercado laboral en Galicia

Gabriel Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

WAEL HAMZEH | efe

El sector primario y el comercio minorista, a pesar del repunte de ventas, destruyeron empleo en el 2017

16 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Pese a la insistencia con la que durante la crisis se habló de la necesidad de cambiar el modelo productivo, para transitar hacia una economía menos dependiente del ladrillo y del sector servicios, la construcción y la hostelería vuelven a ser, diez años después, los motores que tiran del mercado laboral en España. Y Galicia no es una excepción.

El año pasado se crearon en la comunidad 20.553 puestos de trabajo, la diferencia entre el volumen de afiliados que la Seguridad Social tenía en la comunidad el 31 de diciembre del 2017 con los registrados el mismo día del 2016. Quien prefiere poner el foco en la parte luminosa de la cifra, destaca que se trata del mayor incremento de la ocupación desde el año 2007, justo en la antesala del estallido de la burbuja inmobiliaria. En otros análisis, como los realizados en las últimas semanas por los sindicatos, se pone el acento en que el volumen de empleo creado se ha estancado respecto al ejercicio previo -apenas 350 puestos de diferencia- y que el mercado laboral crece con mucha menos fuerza de lo que lo hace la economía -la afiliación repunta un 2,1 %, un punto menos que el PIB-, lo que muestra un desajuste en el reparto de esa riqueza.

Por sectores, de las 89 ramas de actividad analizadas por el Instituto Galego de Estatística son ocho las que más tiran del carro del empleo, ya que en ellas se concentran la mitad de los puestos de trabajo consolidados en los últimos doce meses. A la cabeza, las actividades de construcción especializada. No se trata de la edificación pura, que aún no está a pleno rendimiento, sino de trabajos preparatorios (como la demolición y preparación de terrenos para nuevas construcciones) o auxiliares (instalaciones eléctricas o de fontanería). Los 1.650 puestos creados en este segmento hay que unirlos a los 134 en el sector de la edificación y los 166 en el campo de las inmobiliarias. Casi dos mil nuevos trabajadores vinculados al ladrillo en un solo año.

A continuación, otro de los sectores que suben como la espuma cuando la economía crece y la demanda interna se dispara: la hostelería. Solo restaurantes, bares y otros negocios de comida y bebida incrementaron su nómina en más de 1.600 personas. Eso, en cuanto a empleo estable, porque si se atiende a los picos de actividad en la temporada alta el incremento fue muy superior. Pero la fuerte temporalidad que sufre el sector hace que solo una parte de esos puestos se consoliden a final de año. De hecho, si se mide el volumen promedio de afiliación durante los últimos doce meses, la hostelería adelantaría a la construcción como la actividad que más tira del mercado laboral, con 1.830 puestos más que en el ejercicio anterior.

Servicios a la población

Otro gran nicho de empleo en Galicia es el relacionado con la sanidad, la educación y los servicios sociales, tres sectores que, en conjunto, incorporaron más de 3.800 nuevos trabajadores el año pasado. Una cifra que, según las proyecciones, y dado el preocupante escenario demográfico que se dibuja en Galicia, debería ir a más en los próximos años.

El transporte, con más de mil nuevos ocupados, gracias al tirón de ventas del comercio on-line, y la industria, tanto la del metal (1.076 afiliados más) como la de la automoción (623), son los otros grandes motores de la contratación en Galicia. Una buena noticia, teniendo en cuenta que el empleo industrial es el más estable, el mejor pagado, y que tiene un efecto multiplicador en la rama de los servicios.

Claro que no todo fueron luces y fuegos de artificio en el mercado laboral. Hay sectores que siguen atravesando su particular viacrucis. La peor parte se la lleva el sector primario (agricultura y ganadería), donde se perdieron más de 850 cotizantes en doce meses -caída que se compensa parcialmente por las contrataciones en actividades forestales y marítimas-, aunque choca más la caída de la afiliación en el comercio minorista, que, pese a ser el sector que más empleo sostiene en Galicia (más de 108.650 nóminas), recortó cien empleos en un año de incremento de las ventas.