El IPC le come 200 euros a la pensión

G. Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

ANGEL MANSO

La inflación media, del 2,1 % en Galicia, fue más de ocho veces superior a la subida de las prestaciones, de tan solo un 0,25 %

13 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque los precios, desbocados durante los primeros meses del 2017 por la fuerte subida de los carburantes y la electricidad, se suavizaron en el tramo final del año, la inflación media acumulada durante el año le dio un buen mordisco al bolsillo de trabajadores y pensionistas. Para estos últimos, la pérdida de poder adquisitivo fue la más intensa desde el 2011, año en el que se congelaron todas las prestaciones salvo las mínimas. Y es que, con una revalorización mínima del 0,25 %, jubilados y otros colectivos cuya nómina depende de la Seguridad Social tuvieron que hacer frente a una subida del coste de la vida ocho veces superior.

Según los datos publicados este viernes por el Instituto Galego de Estatística, el IPC medio durante el 2017 ascendió al 2,1 % (una décima más que en el conjunto de España). Para neutralizar esa subida y mantener su poder adquisitivo, un pensionista medio gallego, que en diciembre del 2016 percibía 768,46 euros al mes, habría necesitado que su pensión se revalorizase en 16,14 euros al mes (o, lo que es lo mismo, 225,9 euros al año, porque perciben 14 pagas). En la práctica, solo recibieron una pírrica subida del 0,25 %, esto es, apenas 1,92 euros (26,88 euros anuales). El resultado: un mordisco de 200 euros en doce meses.

Pero los pensionistas no son el único colectivo que vieron mermada su capacidad de compra el año pasado. Les pasó lo mismo, aunque con menos intensidad, a los empleados públicos, que recibieron una subida del 1 %, la mitad de lo que se incrementaron los precios. Y también a los trabajadores del sector privado, aunque aquí es mucho más difícil calcular el impacto. Si se toma como referencia la subida media pactada en convenio (del 1,5 % en Galicia), la pérdida fue de seis décimas. Para el sueldo medio gallego (19.860 euros al año, según el INE), la pérdida fue de unos 120 euros.

Con los datos publicados este viernes se constata que la partida de gasto que más se encareció el año pasado fue la destinada a vivienda, donde los precios subieron un 4,8 % en Galicia por el fuerte repunte de la luz y el gas. También se disparó el capítulo del transporte, un 4,3 %, por los combustibles. Sacando el gasto energético, el resto de los productos se mantuvieron en tasas más moderadas.

De cara a los próximos meses, el Gobierno anticipa que las tasas interanuales seguirán bajando y en esa misma línea se expresa el IGE, que calcula que el IPC cerrará enero en el 0,7 %, cinco décimas menos que en diciembre.