El Gobierno obliga a Telefónica a mantener un año más las cabinas de teléfono

j. a bravo MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Ana Garcia

Se han eliminado una media de 5.000 cada año durante esta década

05 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Casi en el tiempo extra, como ya ocurrió a finales del 2016 cuando parecía más cercana su desaparición, las cada vez menos populares cabinas telefónicas tendrán doce meses más de vida. Y eso que ningún operador quiere encargarse de su gestión desde hace dos años. Pero el Gobierno ha hecho caso omiso por más que los tiempos -en España hay 110 líneas de telefonía móvil por cada 100 habitantes- y la cruda realidad -algunas cabinas apenas se usan para dos llamadas a la semana- parezcan aconsejar ponerles ya fecha de caducidad. De hecho, se vienen eliminando una media de 5.000 cada año durante esta década.

El Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital ya obligó a Telefónica, como operador dominante, a mantener las cabinas dentro de los servicios universales de prestación obligada durante el 2017. Ahora lo ha hecho también para el presente ejercicio y la estimación es que vuelva a hacerlo en 2019.

Al fin y al cabo, la idea inicial del Ejecutivo era disponer de tres años para buscar una solución definitiva a un servicio deficitario para las compañías. Telefónica dice que pierde dinero con, al menos, dos tercios del parque actual de cabinas (unas 18.000, y menos de 2.000 en Galicia) disponibles 24 horas al día. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) apoya su reivindicación, aunque rebaja el coste de mantenimiento de ese servicio que estiman en el sector: siete millones de euros al año.

También La ley obliga a la concesionaria a tener, al menos, una cabina operativa en cada localidad de al menos 1.000 habitantes, y a partir de ahí sumar otra por cada 3.000 vecinos. En las guías, que ahora se publican por Internet y solo se mandan a quien las solicitan, tampoco las operadoras quieren gestionarlas.

Los inversores retomaron la actividad bursátil con un sentimiento optimista, tal y como reflejan las cotizaciones de los principales índices en estas primeras sesiones del año. El mejor reflejo de la coyuntura con la que ha arrancado 2018 se encuentra en EE. UU., donde el índice Dow Jones alcanzó ayer la cotización de los 25.000 puntos, una cota que nunca había superado en su historia. El indicador -que aglutina a las 30 grandes firmas industriales y multinacionales- se revalorizó un 0,5 %, lo suficiente para superar la barrera psicológica con la que ahora encara el resto del ejercicio. Solo en el 2017, el ascenso fue superior al 25 %. A excepción del año 2008, en plena crisis financiera, las subidas han sido constantes.

En el caso español, el Ibex-35 acumula tres sesiones positivas, con un avance del 2,6 %. El mercado de deuda también ha inaugurado 2018 con una subasta en la que el Tesoro ha captado 4.640 millones de euros en bonos a 5 y 10 años, a un interés superior al de la última adjudicación, al colocarlos al 0,36 % y al 1,53 %, respectivamente. Las peticiones de los inversores superaron los 9.300 millones de euros, lo que demuestra el interés que siguen teniendo los títulos de deuda pública española.