Misma riqueza, pero con 146.000 ocupados menos en Galicia

ECONOMÍA

ANGEL MANSO

Todo parece indicar que la recuperación del PIB se está consiguiendo, pero con la aplicación de un modelo que destruye más puestos de los que genera

31 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Para entender el mundo al que nos dirigimos es conveniente evaluar el balance económico de los últimos diez años. Hoy una preocupación fundamental debiera ser comprobar si la recuperación de la producción se acompaña de un empuje del empleo necesario para conseguirla. O si, por el contrario, esa recuperación se está consiguiendo con la aplicación de tecnologías (se habla mucho de economía 4.0) que estarían destruyendo más empleo del que crea.

Así, a la vista de los datos (ver cuadro adjunto), en el 2007 (previo al inicio de la crisis) podemos constatar que el nivel de producción era muy semejante entre la UE, España y Galicia. Nueve años más tarde, ya no es así. Mientras en el conjunto de la UE habríamos mejorado el nivel de producción previo a la crisis en casi seis puntos, en Galicia o España habríamos apenas recuperado el nivel previo. La recuperación productiva en términos reales sin duda es hoy un hecho en Galicia y España. Pero ese logro no debiera hacernos ignorar que, mientras tanto, en el conjunto de la Unión Europea ha tenido una intensidad muy superior.

Ese logro del conjunto de la UE (aunque por debajo del de EE.UU.) cuando lo evaluamos en relación al crecimiento del empleo necesario para conseguirlo nos enfrenta a un diferencial desagradable: el trabajo ha crecido cinco puntos menos que la producción. No parece este un modelo de crecimiento del que se puedan esperar una demanda de trabajo creciente para una riqueza creciente. La UE es hoy más rica, pero con poco más empleo. Si su modelo de estado de bienestar tiene problemas, no es porque seamos más pobres: es porque el modelo productivo se está haciendo más independiente de su base laboral y salarial.

Pero si ya esto es preocupante para el conjunto de la UE, para España y Galicia lo es más. Porque si bien es cierto que hemos recuperado el nivel de producción previo a la crisis, no lo es menos que los índices de empleo siguen hoy doce puntos por debajo de los índices del 2007.

Esto quiere decir que para el conjunto de España hemos recuperado el PIB con dos millones menos de ocupados. Y para Galicia, con 146.000 ocupados menos. Mientras el empleo creció en la UE cinco puntos menos que la producción, en España o Galicia la brecha es prácticamente del doble.

Todo parece indicar que la recuperación del PIB se está consiguiendo, pero con la aplicación de un modelo que destruye más puestos de los que genera. Y eso sucede en los servicios (financieros, ocio...) y en manufacturas. Lo que nos enfrenta de nuevo a la misma paradoja: que en un país que recupera su nivel de riqueza no estamos recuperando un parejo nivel de empleo que ofrezca oportunidades, de ingresos y protección social, a su población.

Albino Prada es doctor en Economía