Miguel Cardoso: «La prioridad ha de ser crear empleo más que subir salarios»

Rubén Santamarta Vicente
rubén santamarta REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

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El economista cree urgente rebajar la tasa de paro en España y, a la vez, combatir la temporalidad

29 dic 2017 . Actualizado a las 08:42 h.

Tras el sorprendente resultado del brexit en el Reino Unido y de las presidenciales en Estados Unidos, los dos episodios que marcaron el 2016, parecía que el 2017 llegaba con nubarrones que ahora, cuando concluye el año, se pueden poner mejor en su lugar. «Más que nubarrones, lo que había al empezar este ejercicio era mucha incertidumbre, sobre todo ante las elecciones en Alemania y Francia, por el impacto que iban a tener en la economía europea, pero las cosas se han ido resolviendo de forma positiva», explica Miguel Cardoso, economista jefe para España de BBVA Research. «Lo que estamos viendo -añade- es que la recuperación en europea y a nivel mundial se está consolidando porque se ha reducido esa incertidumbre».

-¿Y se está consolidando también en España, en Galicia?

-Este año la recuperación mundial está siendo algo más sincronizada. Cuando hablamos de una recuperación global hablamos de que Estados Unidos va también con una racha prolongada, la advertimos en economías emergentes como China, Rusia o Brasil.

Y sí, también es importante tanto en Galicia como en España, vemos que hay un crecimiento por encima del 2 %, que es sólido.

-¿Es pronto para medir el impacto del «brexit»?

-No, ya se están viendo. Primero lo vimos con la depreciación de la libra, y todo aquel que tenga negocios con el Reino Unido ha detectado cómo su competitividad se veía afectada por la divisa británica. Y luego ya vemos que la economía de aquel territorio está creciendo por debajo de lo que se hubiera dado en un contexto en el que el resultado del brexit no hubiera sido el que fue. Podrían estar subiendo entre el 2 y el 3 % del PIB, y vemos que lo hacen entre el 1,5 y el 2 %. Se advierten las consecuencias: muy probablemente a medio plazo esa economía estará por debajo de lo que debería estar.

-¿Ese impacto se va a notar también en Galicia?

-Pues realmente no sabemos cómo va a ser esa salida, sabemos que se va a destruir comercio, pero no sabemos cuánto, porque no hay detalles del acuerdo. El impacto puede ser fuerte: hemos calculado que por cada caída de un punto del PIB británico en España en su conjunto la disminución sería de medio. Galicia creemos que será una de las economías menos afectadas, solo calculamos dos décimas menos de crecimiento por cada punto menos de subida en el Reino Unido, pero eso no quiere decir que no vaya a haber zonas de Galicia, o ramas de actividad, que se vean más impactadas. Por ejemplo, la automoción o el textil.

-La recuperación española ¿es tan sólida o viene gracias a los vientos de cola que han ayudado? El apoyo del BCE, el bajo precio del petróleo...

-Primero hay que explicar que veníamos de una curva muy baja. Conforme se ha consolidado la certidumbre, las empresas han empezado a contratar, y la gente ha detectado que es un buen momento para tomar decisiones relevantes. Ese es un primer punto. Y luego están esos vientos de cola, sí, como los tipos de interés bajos, que el petróleo está un 30 % por debajo de los precios del 2014, el crecimiento de crédito, el aumento del gasto público tras años de bajada, reducciones impositivas... Todo eso ha permitido una recuperación importante de la economía española. Pero hay desequilibrios grandes. El más dramático es el paro, por encima del 15 % en España y cerca de esa cifra en Galicia. La recuperación no está dando respuesta a una parte importante de la población. El segundo desequilibrio tiene que ver con las cuentas públicas y el elevado nivel de deuda que han acumulado las Administraciones. Y el tercero es la brecha de competitividad con nuestros socios comerciales, hay que reducirla.

-Habla de competitividad, y buena parte de ella ha venido por la reducción de salarios. ¿Es el momento de subir sueldos?

-Hay industrias y áreas de la economía donde es el momento de hacerlo, sí. Hay regiones y sectores donde hay cierta restricción de mano de obra, y eso hará que suban los salarios. Un ejemplo: en el sector turístico, y muy probablemente en regiones como Baleares, donde la tasa puede estar por debajo del 10 %, podemos ver subidas de salarios. Pero hay otras en las que la tasa de paro es alta, y sectores donde el ajuste no ha terminado, y no sería recomendable hacerlo. Hasta ahora el crecimiento de las rentas salariales ha venido porque hay más el empleo. Esas rentas crecen un 2-3 % gracias a que hay más trabajo, sin que mejoraran los salarios. Si queremos, por ejemplo, que un 1,5 % de la subida de la renta sea por los salarios, veremos una recuperación desigual entre quienes tienen un puesto y quienes quieren acceder a él. A estos les costará más.

-Pero la no subida de salarios está ocasionando, a la vez, pérdida de poder adquisitivo. El IPC no se ha congelado...

-Creo que lo importante es la renta salarial de los hogares, y está creciendo ese 2-3 %, con una inflación del 1-1,5 %. Por tanto, la renta salarial crece, pero no por los sueldos, sino porque en los hogares hay más gente trabajando. Y con el paro que tenemos la prioridad debería ser crear empleo más que subir sueldos. Y a medida que haya más trabajo disminuirá la desigualdad.

-Tenemos unos niveles de desigualdad muy elevados en España. ¿Donde hay que actuar?

-En primer lugar, en el empleo. La tasa del paro no es normal, tener un 15 o 16 % en 30 años es algo específico en España, hay otros países con estructuras productivas similares y no tienen esa tasa. Esta debería ser la prioridad de cualquier Gobierno para reducir la desigualdad. El segundo factor es la temporalidad, del 30 %, lo que quiere decir que buena parte del empleo creado es precario. Y esto afecta negativamente al resto de la economía, porque el empresario no tiene incentivos para formar a esa persona que se va a ir, y porque el empleado no tiene seguridad sobre sus ingresos, y no puede tomar decisiones.

«Exportaciones y turismo son dos fortalezas para el futuro de Galicia»

El 2017 ha sido un año marcado por el desafío separatista en Cataluña, cuya sombra se ha extendido desde la política hasta contaminar la economía española.

-Y esa inestabilidad política, ¿está afectando tanto a la economía española? ¿O se está sobrevalorando?

-Esta incertidumbre ya ha tenido impacto, y lo puede tener hacia adelante. No es evidente en los números, porque el 2016 y el 2017 han sido años por encima del 3 %, y por ello mucha gente cree que no ha tenido impacto sobre la economía. Nosotros, sin embargo, creemos que sí. Porque, de entrada, el crecimiento podría haber sido mayor. Estimamos que la economía española podría haber mejorado un punto más sin ese entorno de incertidumbre, y entre dos y cinco décimas menos en el 2018 por estos eventos. Y en Cataluña, hasta 9 décimas.

-¿Cómo se traslada esa cuenta a Galicia?

-Con un impacto menor que en otras comunidades. Los lazos comerciales y de flujos de empleo son menos estrechos que en Baleares, Valencia, Aragón, La Rioja.. Hay dos factores que ayudan a reducir ese impacto: la dependencia de un sector exportador relativamente potente, que implica cierta protección al mercado interno; y los tipos de interés bajos. Esos dos elementos pueden aislar a Galicia un poco mejor de lo que pasa en Cataluña. Advirtiendo, eso sí, que puede haber un impacto negativo.

-Y esa dependencia de las exportaciones, ¿es una fortaleza o una debilidad? Porque si cae el mercado externo...

-Es una fortaleza, definitivamente. El hecho de que veamos crecimientos en Galicia por encima de la media es algo positivo. Que el turismo esté subiendo también lo es. Son dos factores que ayudan a diversificar las fuentes de ingresos y son dos fortalezas de la economía gallega ante el futuro. Lo que es negativo, a mejorar, es la concentración de todo ello en unas pocas empresas. Y tener un tejido productivo relativamente pequeño y con poca disposición a salir fuera. En el sector exportador se crea menos empleo que con la demanda interna, y para que lo haga con intensidad habría que conseguir que el mercado externo sea el 50 o 60 % de la economía de Galicia, así que vemos que hay recorrido.

-Ante el 2018, ¿qué oportunidades no debería dejar pasar Galicia?

-En general vamos a ver una desaceleración de la demanda interna, por lo que va a ser más importante exponerse al exterior, expandirse fuera, y diversificar bienes que se produzcan y buscar nuevos destinos. El positivo entorno global va a ser la mejor garantía de seguir creciendo. Cuanto más miremos fuera, mejor le va a ir a las empresas gallegas.