Algo más de 100.000 gallegos aún no pueden pagar la luz por horas

f. f. REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

OSCAR CELA

Fenosa les colocará un contador digital a lo largo del 2018

29 dic 2017 . Actualizado a las 16:33 h.

Unión Fenosa Distribución es la compañía principal que se encarga de que cada hogar gallego tenga acceso al suministro de energía eléctrica. Su cometido es también hacerse cargo de la sustitución de los contadores de la luz, esto es, de retirar los analógicos de toda la vida y de colocar los digitales que registran los datos de consumo por horas. Esta operación es gratis para el cliente porque forma parte de un plan nacional del Ministerio de Energía que obliga a las compañías a asumir y ejecutar la renovación total del parque de medidores. Los cambios de aparatos comenzaron en el 2014 y deberán culminar como tope a finales del 2018. O sea, dentro de un año no deberá quedar ni rastro de los contadores antiguos. En Galicia solo quedan 100.438 dispositivos de ese tipo, que Fenosa deberá desmontar durante los próximos doce meses. Representan el 6,6 % del total, que son 1,5 millones. El resto, 1,4 millones, ya son modernos, según los datos facilitados ayer por la compañía, que también desveló que estos equipos recogen diariamente de forma remota 45 millones de registros de medida horaria en Galicia. El cuartel general de Unión Fenosa Distribución está situado en el polígono de Agrela, en A Coruña, desde donde se gestionan esos datos que envían los contadores. Ahí se procesan y se remiten a las compañías comercializadoras -distintas a las distribuidoras- con las que cada cliente tiene el contrato y que son las que envían la factura de la luz cada mes.

En Galicia, la otra gran distribuidora es Begasa (de Viesgo), pero opera solo en la provincia de Lugo, donde tiene 167.000 puntos de suministro. Esta empresa finalizó a mediados del 2016 el cambio de contadores.

El ministerio impulsó la renovación de los aparatos cuando decidió que el recibo eléctrico de los consumidores subiese o bajase en función de lo que ocurriese en el mercado mayorista diario, que registra precios diferentes por horas. De ahí la necesidad de disponer de medidores de precisión que registrasen el consumo real en cada momento. Objeciones: la volatilidad del mercado hace impredecible calcular la factura de la luz y el alquiler mensual del aparato es un 50 % más caro (de 0,54 a 0,81 euros).