Marta Fernández Currás: «La empresa gallega ha sido un ejemplo de resistencia ante la crisis»
ECONOMÍA
La exconselleira cumple un año liderando en Galicia una de las grandes consultoras mundiales
26 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Marta Fernández Currás cumple estos días un año al frente de la consultora EY Global en Galicia, un salto a la empresa privada después de más de dos décadas vinculada a la Administración, donde esta alta funcionaria de carrera fue interventora xeral de la Xunta, conselleira de Facenda y secretaria de Estado de Presupuestos. «La apuesta era muy atractiva, que una multinacional de este nivel, con la cabeza abierta a todo el mundo, pensara en mí para crecer desde Galicia era un reto», explica.
-Usted venía de dos desafíos mayúsculos: la fusión de las dos cajas gallegas, como conselleira, y cuadrar unas cuentas públicas con el déficit disparado, siendo secretaria de Estado...
-Son dos episodios muy importantes, sí. Los años de conselleira [2009-2011] fueron apasionantes y difíciles, no solo por la fusión de las cajas, sino porque fuimos la primera comunidad que empezó a remar en sentido contrario a como iban las cosas en este país. Yo me estrené aprobando un acuerdo de no disponibilidad en el presupuesto que nos habían dejado hecho, porque estábamos convencidos de que había que buscar la consolidación fiscal. Los hechos lo demostraron. Y era muy impopular el principio.
-¿Será más fácil ahora en la empresa privada? ¿Cuál va a ser su misión?
-Soy la directora de las dos oficinas gallegas, una en A Coruña y otra en Vigo, con 40 personas, con responsables de todas las líneas de servicio y profesionales de alta categoría en todas las áreas. Y con capacidad para duplicar plantilla y traer gente para reforzar el equipo cuando haga falta. Somos 3.600 personas en España y 250.000 en todo el mundo. Mi misión será entrar en nuevos mercados y empresas, queremos que crezcan todas las líneas de negocio e ir trayéndonos gente; por suerte tenemos muchos gallegos con ganas de volver, por ejemplo en Madrid. Y yo soy socia de fiscal en Galicia, y en Madrid, socia de sector público, de momento especializada en corporaciones locales y comunidades autónomas.
-¿Y eso no choca con su trabajo anterior? ¿No está aprovechando sus contactos, su agenda tras años en primera línea de la función pública? ¿Es una puerta giratoria?
-La experiencia y los conocimientos es lógico que se aprovechen, yo y cualquiera que esté trabajando. Rechazo rotundamente el término de puertas giratorias. Hay una ley de incompatibilidades muy estricta a la que me someto con rigurosidad. Mis incompatibilidades afectan a la Administración a la que presté servicios, la del Estado. Nada más. Con las comunidades y ayuntamientos puedo hacer asesoramiento, hace seis años que me fui de la Xunta. El concepto puerta giratoria haría que yo no pudiera trabajar en nada.
-¿Algún cliente le ha dicho no porque crea que le puede provocar algún problema trabajar con usted, por posibles incompatibilidades?
-No, porque ya no me presto yo a que se den esas situaciones. Yo sé donde están mis incompatibilidades.
-¿Por qué la apuesta de esta consultora por usted?
-En general, EY hace una apuesta por Galicia. Hay 14 oficinas en toda España, y dos están en Galicia. Se pudo haber reestructurado durante los años de crisis. Pero en cambio las mantiene y potencia porque la firma ve que Galicia es una gran comunidad, que la tasa de cobertura exportación-importación es el doble que la de España, por ejemplo, cuando nuestros clientes están muy internacionalizados.
-¿Lo ha hecho bien la empresa gallega durante estos años? ¿Ve cimientos sólidos?
-Sí, son sólidos en España y en Galicia. Y la empresa gallega lo ha hecho muy bien. Tenemos mucho que aprender de esa capacidad de resistencia que han tenido durante los años de la crisis. Yo confío plenamente en el empresariado de esta comunidad: es esforzado, es innovador, es resistente... Y aquí tenemos una gran ventaja competitiva: estamos cerca de Portugal. Hay cosas que mejorar, como el tamaño de las empresas, la microempresa, que es una pérdida competitiva. Por eso, por la capacidad de asesorarles, veo mucho recorrido para esta firma.
«¿El peor momento en Hacienda? Los años 2012 y 2013, por tener que decir a todos que no»
No es difícil advertir cuál fue el peor momento que vivió Marta Fernández Currás en los cinco años en los que se dedicó a confeccionar y vigilar las cuentas del Estado como secretaria de Presupuestos. «¿El momento más difícil? Los años 2012 y 2013. No solo por elaborar el presupuesto, sino por ejecutar el que tienes, la fiscalización del gasto, costes de personal... Y decir a todos que no. Es apasionante en lo profesional, pero muy duro».
-¿Y cómo fue ese momento de salir del Gobierno? ¿Cuándo intuye que no va a repetir como secretaria de Estado?
-No, no, eso lo decido yo. Hay un cúmulo de circunstancias profesionales y personales, y se presenta esta oportunidad. Yo soy gallega, mi familia vive aquí, entre A Coruña y Pontevedra, durante años me cogía un avión a las seis de la mañana los lunes y me volvía todos los viernes por la noche. Es un desgaste personal importante. El momento era ese, cuando acaba una legislatura. Yo me comprometí a un proyecto, por duro que fuera, y hasta ahí.
-¿Sigue ahora la actividad que hace el ministerio? ¿Ve la economía española encauzada, a punto de salir del control de Bruselas?
-Sigo informada como cualquier ciudadano. Yo creo que España hizo una consolidación fiscal bastante ejemplar, casi todos los años se cumplió el déficit de Bruselas, o nos quedamos a unas décimas. Y se negoció muy inteligentemente para no crear más recesión, tenía que haber un camino gradual porque veníamos de un 11 % de déficit, era imposible bajar a cero si no quieres matar la economía. Se hizo francamente bien. Pasamos muchos años con superávit y con déficit por cuenta corriente. Eso es una luz roja para la salud de una economía, ahora se ha corregido. Como país, creo que lo estamos haciendo bastante bien.