Acaba una subasta eléctrica atípica, solo para solo cinco meses

S. C. VIVEIRO / LA VOZ

ECONOMÍA

MARTINA MISER

«Prudencia» en Alcoa a falta de que Competencia ratifique los resultados, a la espera del futuro plan alternativo de Madrid

21 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Acabó el miércoles -dos días antes de lo previsto- la subasta eléctrica por los servicios de interrumpibilidad, unos incentivos por los que pujaron 150 grandes empresas españolas con alto consumo energético, entre ellas la multinacional Alcoa, o Megasa, ambas con fuerte presencia en Galicia.

Fue una subasta de transición, ya que los resultados esta vez solo son válidos para cinco meses, hasta finales de mayo (cuando hasta ahora solía ser una subasta de carácter anual). Por eso la trascendencia de esta puja es menor, aunque no deja de ser importante. A partir de mayo el Gobierno presentará un sistema alternativo que satisfaga a las empresas, de modo que puedan realizar planes de futuro a medio y largo plazo y acabe con esta incertidumbre de cada fin de año.

Aun sin confirmar los resultados definitivos de la subasta (existen acuerdos de confidencialidad, y deben de ser aprobados además por la CNMC), hay prudencia en la multinacional Alcoa tras la puja. Para la planta de San Cibrao, la joya de Alcoa, se podrían haber cumplido las expectativas con dos o tres bloques de 90 megavatios; y algo menos para las fábricas de A Coruña y Avilés. El mayor valor obtenido en los servicios de interrumpibilidad permite a estas empresas compensaciones económicas en caso de tener que parar su producción y ceder energía. No obstante, tanto Alcoa como las otras grandes empresas españolas consumidoras de electricidad tienen la mirada puesta ya en el futuro plan alternativo.