Galicia pierde empleados hacia otras regiones, aunque crece al 3 %

m. b. SANTIAGO / LA VOZ

ECONOMÍA

El pasado año se fueron 6.799, la mayoría a Madrid y Cataluña, y vinieron 4.241 trabajadores

14 dic 2017 . Actualizado a las 20:39 h.

Los últimos datos hechos públicos por la Agencia Tributaria sobre movilidad laboral, relativos al ejercicio del 2016, muestran que el desplazamiento de trabajadores de unos territorios a otros de España avanza al mayor ritmo desde que estalló la burbuja del ladrillo. Madrid, Cataluña y Baleares son, con diferencia, los lugares con un saldo más positivo.

Sin embargo, los datos gallegos no son muy alentadores: el pasado año se marcharon 6.767 personas a trabajar a otros lugares del territorio nacional (en su mayoría menores de 35 años y fundamentalmente a Madrid y Cataluña). Provenientes de otras comunidades, en cambio, llegaron 4.226. El cruce de los dos datos arroja un saldo negativo de 2.541 trabajadores, noticia negativa en un territorio ya muy azotado por la crisis demográfica y que cuenta con una bajísima natalidad, lo que afecta a su población activa.

El problema es que el saldo negativo, lejos de corregirse con la recuperación económica, ha ido creciendo: la diferencia entre los que se fueron y los que llegaron fue de 1.965 personas en el 2015 y de 1.460 en el 2014. Esto plantea un interrogante: ¿por qué se va cada vez más gente en un contexto de recuperación económica, en el que la economía gallega crece, como ahora, al 3,1 %?

La respuesta tiene que ver, fundamentalmente, con la menor capacidad que tiene la estructura productiva gallega para generar empleo, sobre todo en comparación con otros territorios, como el País Vasco, un tejido empresarial dominado por pequeñas empresas, que apenas innovan, que no están internacionalizadas y que operan, fundamentalmente, en mercados muy locales. El crecimiento gallego obedece al tirón exportador, impulsado sobre todo por el gigante textil Inditex, y se debe en mucha menor medida al dinamismo económico interno, donde impera un mercado laboral cada vez más precario.

Esta es una de las cuestiones que viene poniendo encima de la mesa desde hace ya tiempo el Foro Económico de Galicia (FEG) en sus periódicos informes de coyuntura económica.

A nivel de todo el Estado, el informe anual de la Agencia Tributaria traza una foto en la que se muestra que los ciudadanos de las autonomías con mayor nivel de paro y con más dificultades para generar empleo se trasladan a las áreas económicamente más dinámicas, que son, por este orden, Madrid, Cataluña y Baleares.

La tasa de población que se muda por cuestiones laborales, a diferencia de lo que sucede en otros países de Europa, sigue siendo muy pequeña.