Hace apenas siete años este escenario habría sido impensable: El ministro de Finanzas de un Gobierno de izquierdas, de un país del sur, rescatado, llevando las riendas del Eurogrupo. Pero la trayectoria de Centeno ha logrado romper todas las resistencias. Bajo su batuta, Portugal logró salir del fango de la crisis, reducir su déficit y crecer al ritmo más alto de la última década. Gusta en las principales cancillerías europeas: De París a Roma y Madrid. «Es un buen economista, conoce bien los retos de la zona euro. Puede tener un papel importante en las reformas que tiene que levar a cabo en los próximos meses», aseguró el ministro español de Economía, Luis De Guindos, antes de confirmar que España votaría por su vecino luso.
Incluso Berlín ve con buenos ojos al que será nuevo presidente del Eurogrupo el próximo mes de enero. Dos años y medio por delante para el «Ronaldo» de las finanzas, como le llamó el ex ministro alemán, Wolfgang Schäuble. A Alemania no le suenan mal sus teorías sobre el mercado de trabajo, mucho más orientadas hacia la flexibilización y opuestas a las tesis proteccionistas de la izquierda.