PSA Vigo pide a Tavares estabilidad en el empleo

s. antón VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

El presidente del grupo afirma en su visita anual a la planta que el mercado no permite relajarse

02 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La inestabilidad de los mercados, especialmente del europeo, no permite relajarse. Es el mensaje que el presidente de PSA, Carlos Tavares, trasladó ayer a la plantilla de la factoría de Vigo. Lo hizo a través de los sindicatos, con cuyos representantes mantuvo una reunión que duró casi una hora.

Otra cuestión que, según el patrón, tampoco invita al optimismo es la decisión de muchas grandes ciudades de limitar, cuando no prohibir, la circulación de vehículos de combustión, especialmente los de gasoil, en determinadas zonas para tratar de propiciar la compra de coches eléctricos sin que, de forma paralela, se implanten las instalaciones que este tipo de vehículos precisan para convertirse en una opción atractiva para el usuario. Es cierto que los nuevos planes PIVE ya solo fijan ayudas para coches eléctricos, híbridos o de gas, pero su mayor precio, el desconocimiento de cómo responderán las baterías en el tiempo y la ausencia de una red de electrolineras similar a la de gasolineras, hacen que la demanda sea mínima. De hecho, apenas representa un 3 % del total de ventas.

Los sindicatos piden que se prime a las auxiliares gallegas frente a las portuguesas Por su parte, los sindicatos habían preparado una batería de peticiones de las que Carlos Tavares dijo tomar nota. La primera, estabilidad en el empleo. El portavoz de Comisiones Obreras planteó la necesidad de reducir al mínimo la contratación eventual, de forma que se garantice el arraigo de los trabajadores que, de esta manera, «podrán diseñar un plan de vida. No pueden seguir equiparados con jornaleros que van a la vendimia», señala. En la actualidad son algo más de 800 los empleados eventuales. La plantilla total no llega a los 6.000.

Pidieron asimismo que se eliminen las diferencias con los trabajadores franceses en el abono de productividades -«no somos empleados de segunda», dicen- y que la planta de Vigo vuelva a ser un referente en cuestiones sociales. En este sentido, recordaron que en el pasado se llegaron a construir viviendas para los operarios.

Por su parte, UGT puso el acento en primar a las auxiliares del entorno de la ciudad frente a las portuguesas a la hora de contratar componentes. En este caso, Tavares señaló que PSA tiene que competir, por lo que la elección tendrá que estar necesariamente supeditada a las mejores condiciones en cada caso.

La CUT reclamó mejores condiciones laborales, que eviten cargas de trabajo excesivas, como han venido denunciando.

La visita de Tavares, de la que no trascendieron imágenes, sirvió también para comprobar que el calendario de lanzamiento de las nuevas furgonetas se está cumpliendo según lo previsto.