El Gobierno avisa: implantar la renta básica requeriría subir los impuestos un 20 %

Lucía Palacios MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

M.MORALEJO

Advierte que «quebraría la Hacienda Pública» y cifra su coste en entre 15.000 y 20.000 millones al año

29 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde que se planteó, el Gobierno se ha mostrado contrario a la propuesta de CC. OO. y UGT de implantar una renta mínima garantizada en España, que facilitaría 430 euros al mes a los parados que hayan agotado su prestación. El PP, junto con Ciudadanos, bloqueó lo que se convirtió luego en una iniciativa legislativa popular (ILP) hasta en 19 ocasiones para que no llegara a debatirse en la Mesa del Congreso, aunque sin éxito.

Por eso ayer subió el tono. Lo hizo por boca del secretario de Estado de Presupuestos, Alberto Nadal, que compareció en la Comisión de Empleo y Seguridad Social de la Cámara Baja, donde se está abordando esta proposición de ley. «Supondría la quiebra de la Hacienda Pública española», repitió en varias ocasiones Alberto Nadal, para destacar el coste «extremadamente elevado» de la propuesta. Y es que, según sus datos, implantar esa renta mínima requeriría aumentar los impuestos de los españoles cerca de un 20 %, y podría poner en peligro los objetivos de reducción del déficit.

Nadal estimó que el coste de esta nueva prestación -que sería no contributiva y que se pagaría mediante una partida de los Presupuestos del Estado- oscilaría entre los 15.000 y los 20.000 millones de euros al año, en la línea con las estimaciones previas de otros expertos, como la del presidente de la Autoridad Fiscal Independiente, José Luis Escrivá, que lo cifró en 15.000 millones. Por el contrario, desde Comisiones rebajan ese cálculo hasta los 9.931 millones y creen que sería incluso inferior, de 8.409 millones, si se tiene en cuenta el impacto que se generaría en la recaudación por el mayor gasto.

En todo caso, Nadal dio por seguro que para atender ese nuevo gasto habría que subir el tipo general del IVA en hasta seis puntos, hasta el 27 %, o bien elevar tres puntos los tres tipos actuales del impuesto, incluido el que grava los bienes de primera necesidad. Además, haría falta elevar el IRPF una media del 20 %, «una subida impositiva de un nivel tal que volveríamos a los peores años de la crisis».

«Todo nuestro sistema público de pensiones, todo nuestro sistema de bienestar se verían en peligro, porque quienes pagan las contribuciones son los cotizantes», sentenció Nadal, que, además de advertir que el potencial efecto llamada que se produciría en otros ciudadanos de la UE podría elevar todavía más el coste de la medida, auguró que esta supondría la destrucción masiva de empleo, la caída del PIB y la quiebra de la economía.