Una firma de Cataluña compra Artesanos Gallegos de la Carne por 1,6 millones

D. C. LUGO / LA VOZ

ECONOMÍA

ALBERTO LÓPEZ

Inicialmente se interesó Coren, que renunció tras serle adjudicadas las instalaciones

25 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El Juzgado Mercantil de Lugo autorizó ayer la venta de Artesanos Gallegos de la Carne a la empresa catalana Suministros Megaro Foods. La compañía, de la que es administrador único Carlos Cebrián, pagará por la nave del polígono industrial de Castro Ribeiras de Lea, en Lugo, que sigue siendo una sala de despiece puntera en España, 1,6 millones de euros. Su intención de ponerla en producción y recuperar los puestos de trabajo en el transcurso del próximo año.

Inicialmente se interesó Coren por la sala de despiece, a través de su filial Nova Frigsa, y ofertó por las instalaciones 1,9 millones de euros. Cuando ya se la habían adjudicado renunció a la compra. Y la administración concursal no descarta iniciar acciones judiciales contra el grupo ourensano.

Megaro Foods, una compañía con sede en Martorelles, Barcelona, cuenta también con una sala de despiece en Cuba, donde pretende desarrollar un proyecto de planta de elaborados.

Según algunas fuentes del sector, Carlos Cebrián ya se ha puesto en contacto con algunos ganaderos gallegos para presentarles el proyecto que pretende desarrollar en Castro Ribeiras de Lea y que está relacionado con ganado vacuno. Tiene de plazo hasta mediados de febrero para elevar a escritura pública la compra.

Megaro Foods lleva en el sector más de 30 años, según señalaron ayer fuentes de la compañía. En Galicia esta empresa es conocida entre ganaderos y el sector de mataderos como la de la familia de Fermín Cebrián, padre de Carlos Cebrián, el actual administrador único. La compañía empezó a operar con la actual denominación en agosto del 2006.

Mantener la actividad

El administrador de Megaro Foods declaró ayer que su intención es la de aprovechar unas instalaciones punteras, que están perfectamente acondicionadas, para empezar a operar como sala de despiece en el sector de vacuno. Esta actividad era la que desarrollaba Artesanos Gallegos de la Carne, que facturaba 9 millones de euros, antes de presentar concurso de acreedores a principios del pasado año. La venta a la compañía catalana evita el desguace de la planta. También aleja la posibilidad de que los ganaderos cobren la deuda pendiente.