Estados Unidos y la UE, a la guerra por unas aceitunas

Cristina Porteiro
cristina porteiro CORRESPONSAL / BRUSELAS

ECONOMÍA

MARTINA MISER

El equipo de Comercio de Donald Trump impone aranceles a las olivas negras

23 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La primera guerra comercial de la era Trump ya ha estallado. Su objetivo es la UE, y la excusa, la aceituna negra española.

El Departamento de Comercio de Estados Unidos confirmó ayer la imposición de aranceles de entre el 3,2 y el 7,24 % a la importación de este comestible presente en las pizzas de todo el mundo y comercializado al otro lado del Atlántico por tres empresas andaluzas. Una mala noticia que en España y Bruselas ya se daba por hecha.

El secretario de Comercio, Wilbur Ross, fue el encargado de anunciar la decisión «preliminar» que podría tumbar todo el sistema de ayudas de la política agraria comunitaria (PAC). «Estados Unidos valora su relación con España, pero incluso los países amigos deben cumplir con las reglas de juego», aseguró en un comunicado, en el que se acusa a las empresas españolas de exportar sus productos dopados de ayudas públicas ilegales.

La contienda arrancó el pasado 22 de junio. Dos empresas familiares de California (Bell-Carter Foods y Musco Family Olive) denunciaron a sus competidoras españolas por beneficiarse, supuestamente, de subvenciones ilegales de las que se habían servido para exportar hasta 31.878 toneladas de aceitunas al país norteamericano por valor de 60 millones de euros en el 2016.

Las autoridades españolas y europeas tienen otra versión de los hechos. Creen que las compañías californianas quieren cerrar las puertas del mercado estadounidense al no ser capaces de aportar a su producto mayor valor añadido, como sí hacen las andaluzas.

La decisión final se tomará el 4 de abril del 2018, pero la UE ya se ha movilizado al más alto nivel político para hacer frente a este primer golpe proteccionista de Donald Trump. No es que la comisaria de Comercio, Cecilia Malmström, o el responsable europeo de Agricultura, Phil Hogan, estén preocupados por los aceituneros españoles. La Comisión Europea se ha presentado como parte en el litigio porque toda la PAC y otros sectores subvencionados en la UE están en peligro.

Las ayudas que reciben los productores de aceitunas provienen de la caja verde de la Organización Mundial del Comercio (OMC). En ese compartimento se incluyen las subvenciones que no distorsionan el mercado o la competencia. Con esta decisión, Estados Unidos estaría apuntando a la línea de flotación de todo el sistema de ayudas europeo. «No hay base para medidas antisubsidio como las que ha puesto en marcha Estados Unidos a las aceitunas españolas [...]. No distorsionan el comercio», aseguran los portavoces de la institución.

El equipo de Jean Claude Juncker se ha movilizado para pararle los pies a Ross. Ha enviado centenares de documentos para demostrar que no se incumple ninguna norma internacional de comercio sobre subvenciones ilegales o dumping, dos causas por las que son investigadas las aceitunas españolas. «Sea cual sea el escenario, habrá soluciones alternativas en función del marco en el que nos encontremos», aseguró la presidenta andaluza, Susana Díaz, desde Bruselas. Andalucía da por hecho que sus empresas estarán cubiertas, pero el horizonte comercial con Estados Unidos se pone cada vez más negro para el conjunto de la Unión Europea.