El Santander negocia con los sindicatos el primer reajuste de plantilla tras incorporar al Popular

j. m. camarero MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

CESAR QUIAN

Las partes apuestan por salidas en «buenas condiciones» con prejubilaciones y bajas incentivadas

04 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Representantes de la direcciones de los bancos Santander y Popular iniciaron ayer en Madrid la primera toma de contacto con los sindicatos dentro del marco de negociaciones que mantendrán para concretar el plan de reestructuración de la plantilla de ambas entidades a propósito de la reciente integración del Popular en el banco cántabro.

En el programa de ajuste laboral -ya anticipado por el Santander nada más cerrarse la compra-, las partes coinciden en apostar por fórmulas como prejubilaciones, bajas incentivadas y traslados a otras filiales diferentes a la matriz. Asimismo, la entidad que preside Ana Botín contratará a una empresa de recolocación para los que salgan voluntariamente y quieran seguir trabajando. Esta fórmula ya la había utilizado en otras ocasiones y supuso la ocupación del 80 % de los empleados que se acogieron a ella.

Las reuniones continuarán los próximos días 8 y 13 de este mes y podrían quedar determinadas las condiciones de este ajuste. En todo caso, según informaron fuentes que participaron en el encuentro de ayer, la reestructuración se efectuará bajo el criterio de meritocracia, es decir seguir contando con el mejor talento de las dos entidades, y que las salidas que se produzcan se hagan en las mejores condiciones.

El plan trazado por los bancos y los sindicatos prevé una reorganización inicial que afectaría a los servicios centrales. Algunas fuentes indican que el resultado podría derivar en unas 1.500 salidas de una plantilla de 7.000 en este departamento de las dos entidades. En el caso de Galicia, podría afectar a cerca de 200 empleos si en esa parcela se incluyen los centros de Orillamar (A Coruña) -154 puestos- y Bergondo -37 trabajadores- que tiene el Popular como unidades territoriales de apoyo a los servicios centrales, concretó el representante de UGT en el Pastor, Javier Castro. Sea como fuere, el sindicalista gallego cree que si las negociaciones se desarrollan por los cauces del pacto y del acuerdo «el proceso no creo que tarde mucho en materializarse».

El Santander quiso dejar claro ayer que apuesta por que las salidas que se produzcan ahora se realicen «en buenas condiciones», siempre con el acuerdo de los sindicatos y con la posibilidad de llevar cabo medidas de movilidad interna.

Esta primera fase dará paso a una segunda reorganización que afectará a la red de sucursales. El calendario de aplicación vendrá determinado a medio plazo, posiblemente cuando Popular se integre definitivamente, ya sin personalidad jurídica, en el Santander, trámite que está previsto para el 2019. En el caso de Galicia, fuentes sindicales confían en que el Santander atienda la petición de mantener la marca Pastor en la comunidad por el arraigo que tiene en Galicia.