José Manuel Chousa, presidente de Ingapán: «La familia no vendió para hacer caja, el dinero entra para reinvertirlo»

Sofía Vázquez
Sofía Vázquez REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Óscar Cela

La compañía prevé que, tras el acuerdo con Europastry, el volumen de negocio se duplique en cinco años

07 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Acaba de cerrar una de las mayores operaciones de venta de empresa llevadas a cabo durante los últimos años de crisis en Galicia. José Manuel Chousa, presidente del grupo Ingapán, con sede en Lugo, asegura que tuvieron muchas opciones de vender el 100 % del capital de la compañía, pero en el consejo familiar se descartó: «Nos preguntamos: si cogemos el dinero, ¿qué vamos a hacer con él? ¿Invertirlo en masas congeladas? Entonces, ¿para qué vamos a vender Ingapán?».

-¿Por qué han vendido?

-Hemos incorporado un socio, al que le hemos vendido el 60 % de Ingapán, empresa del grupo que engloba las sociedades dedicadas a masa congelada [en Miami, A Coruña y Pontevedra], la elaboración de pan, la repostería, la alta cocina... Queríamos ganar músculo. Hace cuatro años salimos al mercado con la intención de comprar. Ingapán tenía una debilidad: nuestros productos eran regionales (empanada, barra gallega...) y nunca competimos en la elaboración de baguetes, cruasanes, napolitanas... Al principio nuestro modelo de negocio era una fortaleza, pero el mercado evoluciona y el dulce está estancado e incluso desciende. Al contrario que el salado. Los grandes grupos captan la situación y se posicionan, mientras que a nosotros nos faltaban productos para competir. Ese fue el motivo de que saliésemos a comprar empresas que nos hicieran más grandes. Aparece Europastry, que ya eran socios nuestros, y nos plantea su interés. Nos sentamos y hablamos. Diseñamos una estrategia que pasa por crear una empresa mucho más grande, que atraerá inversiones a Galicia. Conformaremos un grupo internacional de referencia. Nosotros estábamos en 19 países y ellos en 40. Somos complementarios. Nos pareció más importante estar con el primero de España y el quinto del mundo que competir contra él.

-¿Qué va a cambiar en Ingapán?

-Nada. En el acuerdo ellos se comprometen a mantener tanto los puestos de trabajo como los directivos y de gestión. Además, a partir de ahora tenemos más capacidad para entrar en más mercados.

-¿Europastry se llevará el 60 % de los beneficios?

-Sí, y nosotros el 40 %, pero el porcentaje es siempre de lo que recibes. El 40 % de 100 no es igual que el 40 % de 1.000. Estamos planificando el futuro entre ambos. Puede que necesitemos alguna línea más de producción para panes muy característicos de nuestra casa o empanadas, iremos viendo lo que nos pide el mercado. En estos momentos estamos reorganizando las dimensiones del proyecto de Outeiro de Rei porque es posible que la necesidad logística sea mayor que la que teníamos prevista. Se pretende que desde estas instalaciones se ejecute la logística del noroeste y el norte de Portugal. Se necesitará una línea más de producción en hornos San Fiz, donde estamos colapsados. Aún no sabemos por qué tipo de producto vamos a apostar.

El volumen de negocio de Ingapán crecerá, estoy convencido. No me canso de decirles a mis hijas que esto es una oportunidad brutal para ellas. Estaban trabajando en una empresa que facturaba 66 millones de euros y van a poder sentarse y crecer profesionalmente en una empresa de 560 millones en ventas.

-¿Y qué le aporta Ingapán a Europastry?

-Le complementa todas las fábricas de salado que no tenía, además de darle cobertura al noroeste. Vamos a tener en conjunto unos 300 distribuidores.

-¿A cuánto ascendió la operación?

-La parte económica no se puede comentar. Lo acordamos así. Es un dato que no aporta nada. No tiene valor. La familia no vende para hacer caja. El dinero entra en Ingapán Grupo para seguir invirtiendo. Cuando analizas el porcentaje (60-40), hay quien puede pensar que los que controlan son ellos, pero los que estamos en el mundo de la empresa sabemos que hay pactos de minorías establecidos en notarios. Para hacer movimientos importantes tienen que contar con un mínimo de accionariado. En cualquier caso, llevamos casi 20 años con Europastry en hornos San Fiz, con un accionariado de 50-50, que sí es complejo porque ante un empecinamiento de algún socio podría llegar a bloquearse la empresa, y jamás hemos tenido ningún problema. Creo que Galicia se beneficiará muchísimo. Atraeremos inversiones. Aquí tenemos un capital humano muy bueno, diría que lo mejor de España. Gente, trabajadora, competitiva, comprometida con la empresa, que la vive, que la quiere como suya. Es un valor importantísimo. Y los catalanes tendrán de todo, pero tontos no son.

-Si se pone la cosa complicada en Cataluña, ¿usted los invita a venir a vivir a Galicia?

-Sin lugar a dudas. No crea que no puede ser una oportunidad.

-¿Usted come pan todos los días o está dieta?

-Yo como todos los días y bastante. Procuro hacerlo al desayuno, tomar un poquito menos al mediodía y algo menos a la noche. Pero como pan.

-Dicen que es malo.

-Para nada. El pan no tiene grasas. Son cereales. Es el producto más saludable de toda la vida. Evidentemente, hablo de los panes como Dios manda.

-¿Y el azúcar tampoco cree que es malo?

-Creo que todo es malo o es bueno según la cantidad. El azúcar es bueno para el cerebro, para la energía diaria.

-¿Harán algún día una tarta «light»?

-¿A qué se refiere con light? ¿Si reducimos el azúcar? Ya lo hacemos. Nosotros en Ingapán producimos sin colorantes ni conservantes. Son materias primas naturales. Tenemos dos chefs de cocina que nos informan de las tendencias de hostelería. Viajamos a ferias internacionales de París, Nueva York, Berlín... Como viajan los empleados de Zara con la moda, pero en nuestro caso viendo las tendencias alimentarias del mercado.