Unos 65.000 hogares aún piden ayuda a familia o amigos para acabar el mes

Mario Beramendi Álvarez
Mario Beramendi SANTIAGO / LA VOZ

ECONOMÍA

CARMELA QUEIJEIRO

A pesar de la recuperación, crece el número de gallegos que compran productos de marca blanca y de oferta

06 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La mejora de la economía es ya una realidad indiscutible. Crecen la producción y el empleo y, sobre todo, ha mejorado ostensiblemente la confianza de los consumidores, tanto sobre su situación personal como en la del entorno que los rodea. Sin embargo, un análisis más detallado de las encuestas revela otra realidad: la recuperación sigue sin llegar al conjunto de los hogares, a pesar de que la economía está creciendo por encima del 3 %. Esto se explica, en gran medida, porque los salarios continúan congelados tras la brutal devaluación de la crisis, y porque el nuevo empleo que se genera, en su gran mayoría, es eventual y mal remunerado.

En el último avance de la encuesta coyuntural de hogares, que elabora periódicamente el Instituto Galego de Estatística (IGE), se muestra cómo en la comunidad, pese a la mejora económica, todavía hay unos 65.000 hogares que piden ayuda a familiares o amigos para llegar a final de mes. Es una cifra inferior a la de hace un año, pero alta para el ritmo al que están creciendo el PIB y el empleo.

Más desigualdad

El trabajo demoscópico que traza una radiografía de la salud económica de las familias revela, por ejemplo, que en relación con el año pasado también ha crecido el número de hogares que compran marcas blancas para ahorrar (del 12 al 13,1 %); y también el de aquellos en los que se han recortado gastos en ropa, calzado o transporte (del 11,4 al 13 %). A esto se suma que una de cada cinco familias no se ha podido permitir ningún extra a lo largo de los últimos tres meses, lo que incluye desde un viaje a hacer frente a otros gastos imprevistos. «A mellora non alcanza as persoas, e menos á velocidade que debería; o emprego xa non é unha ferramenta para saír da pobreza: hai xente que traballa e está en condicións de necesidade para cubrir cuestións básicas da vida; esta é unha realidade que vivimos diariamente», sostiene David Silva, presidente de Rede Galega contra A Pobreza.

Sobre la creciente precariedad laboral también alerta el Foro Económico de Galicia (FEG), una plataforma de transferencia de conocimiento entre la universidad y la empresa y los centros de decisión pública. «Atendendo á calidade de emprego creado entre abril e xuño de 2016 e 2017, o incremento no número de asalariados prodúcese tan só entre os que teñen contratos temporais, cunha medra de 14.400 asalariados máis (o 6,7 %), reducíndose o número de asalariados con contrato indefinido en 4.000 persoas (-0,7 %). Tras esta evolución, a taxa de temporalidade sitúase en Galicia no 27,2 %, catro décimas máis que no conxunto de España, que é a porcentaxe máis elevada nun segundo trimestre dende o comezo da crise», relata en su último informe de coyuntura.

Apuros para terminar

La encuesta sobre la situación de los hogares divulgada por el IGE revela que, al finalizar el tercer trimestre del año, el 51,6 % de los hogares gallegos aseguraban llegar con dificultad o mucha dificultad a finales de mes, un porcentaje seis puntos superior al de junio y algo inferior al del mismo período del año anterior. Aunque parte de esta incremento intertrimestral pueda estar inducido por los gastos de la vuelta al colegio o de las vacaciones de verano, lo cierto es que, con la creación de empleo en términos absolutos y con el avance del PIB que se ha experimentado en los últimos meses, es relevante que más de una de cada dos familias todavía pase apuros para llegar a fin de mes.

En este balance de un año en el que se ha consolidado la recuperación económica también aparecen luces, como consecuencia del incremento del número de ocupados. El indicador de confianza del consumidor se encuentra seis décimas por encima del registrado a finales del pasado mes de junio. Y, además, aumentaron tres de los cuatro indicadores parciales de perspectivas de evolución: el indicador de situación económica en Galicia mejoró 0,36 puntos; el de situación financiera, 1,72 y el de capacidad futura de ahorro, 4,31. Por último, el indicador parcial que mide las perspectivas de evolución del paro disminuyó casi en cuatro puntos.