Tecnología hecha en Galicia equipa los coches de PSA con funciones de pago

Manoli Sío Dopeso
M. Sío Dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

Eduardo

El vehículo conectado abonará por sí solo el peaje, el párking o el tique de la gasolinera

03 oct 2017 . Actualizado a las 09:11 h.

Pagar con el teléfono móvil no tiene mucha ciencia. No hace falta más que un smartphone habilitado para dar órdenes a la terminal (TPV) de la tienda en la que se va a comprar. Pues eso mismo es lo que van a poder hacer todos los nuevos modelos del grupo PSA que salgan al mercado a partir del año que viene, porque estarán equipados de serie con la tecnología Car Easy Apps, desarrollada íntegramente en Galicia, que entre otras, tendrá esa utilidad.

Es un paso más en el desarrollo del vehículo del futuro para el que la multinacional que preside Carlos Tavares trabaja en estrecha colaboración con los ingenieros del CTAG (Centro Tecnológico de la Automoción de Galicia) y del Centro Tecnológico de Telecomunicaciones de Galicia (Gradiant).

La tecnología ya está lista. «El vehículo va a ser un objeto conectado», afirman los técnicos, que explican este avance como un paso más hasta llegar al desarrollo del automóvil plenamente autónomo, en el que Galicia y PSA llevan la delantera, con 20 prototipos circulando por toda Europa en modo sin conductor (más de 125.000 kilómetros de autopistas y autovías recorridos) .

«Ya hay coches conectados, pero a partir del 2018 la cifra crecerá de manera exponencial, y se abrirá un abanico de aplicaciones», aseguran los investigadores. ¿Cuál es la novedad que aporta Car Easy Apps a la conducción de los modelos de PSA? «En el ecosistema del vehículo conectado, el cliente [conductor] está en el centro y, a través de su móvil, interacciona con el automóvil», explica.

Esta interacción hará posible que, de manera ya inmediata, los coches puedan ejercer como terminales de pago, como ahora lo son los teléfonos móviles. De este modo, el automóvil podrá ejecutar acciones como el abono del peaje de la autopista sin necesidad de incorporar un dispositivo específico en la parte frontal, como hasta ahora.

Coche-monedero

Del mismo modo, podrá cargar en la cuenta del titular del coche la cuota de estacionamiento (párkings, zona azul...) o abonar la factura de la gasolinera.

Eso, para empezar, porque las funciones serán casi ilimitadas, según explican los ingenieros, que advierten, sin embargo, de algunas limitaciones que, en un primer momento, pueden aparecer para el uso de estas aplicaciones. «Nuestro eje de trabajo es la interacción directa entre móvil y vehículo. Los operadores de telefonía han mejorado mucho las coberturas, pero aún hay muchas áreas deficientes, sobre todo en zonas del interior de Galicia», aseguran.

Puede darse también un problema de tiempos entre el sector del automóvil y el de la telefonía que aún no está del todo resuelto. «La perspectiva de un fabricante de coches es muy diferente de la de un operador de móviles. En materia de smartphones las novedades se producen cada poco tiempo. Cada dos o tres años cambiamos de teléfono. Sin embargo, de coche lo hacemos cada siete o diez. El tiempo de desarrollo es más largo, por eso tenemos que hacer unos sistemas sencillos para adaptarnos con facilidad», aclaran.

Perfil de conducción

«También habrá que contemplar facilidades de adaptabilidad para los vehículos que ya están en la calle, porque también van a generar demanda», añaden los ingenieros.

Lo que manda en estos momentos es el desarrollo de aplicaciones que hablen con el vehículo. Los usos posibles son múltiples, según los expertos, y todos ellos van a favorecer la seguridad y la confortabilidad del conductor.

Entre las posibilidades que ofrece está también la lectura de datos que evalúa la forma de conducir del usuario en materia de consumo y seguridad.

Automóviles que detectan suicidas del volante, alertan de baches o llaman a emergencias

Este año se venderán en todo el mundo casi 50 millones de automóviles equipados con sistemas que convierten el coche en prolongaciones del smartphone del usuario. Hasta tal punto es así que la conectividad entre vehículo y teléfono móvil acaba actuando como una caja negra capaz de almacenar en la nube una gran cantidad de datos generados por los sensores.

Dice Anfac, la patronal de los fabricantes, que el nuevo mercado de automóviles inteligentes seguirá creciendo de forma exponencial en los próximos años hasta sumar en el 2022 un total de 700 millones de vehículos conectados a Internet en el mundo.

La importancia de la conectividad y de la gestión de los datos que proporcionan los smartcars está en los planes de innovación de todos los fabricantes de vehículos. Además de lo que está haciendo PSA con la automoción gallega, el grupo Volkswagen acaba de crear un centro de big data en Barcelona que dependerá de Seat. Los 50 empleados de alta cualificación que trabajarán en el nuevo centro Metrópolis Lab Barcelona tendrán como principal misión analizar datos proporcionados por los vehículos para diseñar apps para mejorar la movilidad en las grandes ciudades. 

Entre las novedades se encuentran también los sistemas desarrollados por Bosch que permitirían detectar de forma inmediata un coche circulando en sentido contrario en una autopista y enviar un aviso a los demás vehículos en tan solo unos segundos.

Ford también acaba de presenta un sistema que detecta nuevos baches en la calzada y los localiza en una nube que envía avisos a los conductores que se aproximan para evitar desperfectos, y generalizará de serie la aplicación e-Call de llamada de emergencia en caso de accidente.