Casi la mitad de los afectados por la crisis del Popular han aceptado los bonos que ofrece el Santander

j. m. camarero / colpisa MADRID

ECONOMÍA

Pedro Puente Hoyos | EFE

De los 980 millones de euros emitidos por Botín para resarcir las pérdidas, se han suscrito ya 490

28 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El consejero delegado del Banco Santander España, Rami Aboukhair, explicó el martes que la entidad ha conseguido que los pequeños ahorradores que acudieron a la ampliación del Popular en el 2016 o que compraron deuda subordinada de la entidad suscriban el 50 % de los bonos de fidelización que les ha ofrecido para resarcirles de sus pérdidas. La entidad que preside Ana Botín ha herido a la solución propuesta por la entidad presidida por Ana Botín. El grupo ha realizado una emisión de 980 millones de euros, por lo que serían unos 490 millones los suscritos hasta ahora.

Aunque ese importe no se corresponde exactamente con el número de afectados, la cifra ofrecida por Aboukhair representaría aproximadamente a casi la mitad de los minoritarios, al haberse acotado esta posibilidad financiera a los inversores con posiciones de hasta 100.000 euros. Se calcula que los afectados potenciales rondarían entre los 110.000 y los 115.000 (entre 30.000 y 40.000 de ellos están en Galicia), por lo que serían algo menos de 50.000 los que hasta el momento se han sumado a estos bonos.

Santander ha habilitado un calendario para adherirse a este sistema, que vence el 7 de diciembre. El proceso se puso en marcha a mediados de este mismo mes en las oficinas y va bastante rápido. Con la adquisición de este producto, gratuito para quienes compraran acciones del Popular entre el 26 de mayo y el 21 de junio del 2016, se ofrece un interés anual del 1 % durante siete años. A partir del 2024, si el bonista decide mantenerlos (porque el producto se puede vender desde ya, aunque con descuento), el banco los amortizará y le dará el dinero.

Renuncia a acciones legales

Quienes deseen acogerse a este sistema tendrán que renunciar a emprender acciones legales y mantener una relación comercial «equivalente» a la que tenían con el banco cuando compraron las acciones o las obligaciones subordinadas. Esta operación se puso en marcha como compensación por la pérdida de las inversiones de los minoritarios en el momento de liquidarse el Popular.

El BCE quiere más fusiones de bancos para ahuyentar fantasmas del pasado

Al Banco Central Europeo (BCE) no le basta con que hayan desaparecido el 20 % de las entidades financieras comunitarias durante la crisis económica, que el sector haya perdido más de 300.000 empleados -aún quedan 1,9 millones- o que los activos bancarios representen un 280 % del PIB de los estados adheridos a la moneda única. La institución monetaria quiere más recortes -o más bien, menos protagonistas financieros- porque los bancos aún «no ganan lo suficiente para pagar sus costes de capital», tal y como indicó el miércoles la presidenta del consejo de supervisión del BCE, Daniele Nouy, en un encuentro financiero de KPMG.

Nouy advirtió que hay «demasiadas entidades compitiendo por los clientes». Por eso, insistió en el mantra que tanto las autoridades españolas como el propio sector bancario repiten habitualmente sin que, transcurrido el tiempo, se haya materializado alguna operación de calado, más allá de la integración del Popular en el Santander. «Hay que reducir el número de bancos para no cometer los errores del pasado», insistió Nouy para referirse a los problemas que atravesó todo el sector ante la crisis financiera, económica y de deuda que afectó a la zona euro.

El subgobernador del Banco de España, Javier Alonso, también apostó en ese mismo acto por «reducir el exceso de capacidad» y a la vez «mejorar la eficiencia» de las entidades, ante lo que sería un hecho «deseable»: operaciones continentales. Alonso admitió que existen «elementos de incertidumbre», como los bajos tipos de interés, la escasa rentabilidad de algunas firmas o la evolución del crédito.

En el mismo foro, el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, aclaró que su prioridad es cerrar la integracion del luso BPI, aunque no dejará de analizar oportunidades de compra que surjan en el mercado. Por su parte, el consejero delegado del Banco Sabadell, Jaime Guardiola, descartó que este grupo financiero se esté planteando realizar nuevas adquisiciones.

El FROB, «razonablemente satisfecho» con cómo se realizó la liquidación del Popular

El presidente del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), Jaime Ponce, se mostró «razonablemente satisfecho» con la liquidación del Banco Popular. Aunque, eso sí, aclaró que considera que hay margen para introducir «importantes mejoras» en el sistema de resolución de entidades financieras.

Así lo manifestó durante su comparecencia ante la Comisión de Economía del Congreso, a la que acudió a informar de las actividades de la institución que preside, así como para dar cuenta de la crisis del Popular. Allí, la mayoría de los grupos parlamentarios le reclamaron que haga públicos los informes de la auditora Deloitte en los que se basó la Junta Única de Resolución (JUR) europea para ordenar la resolución.

Desde el grupo socialista, el portavoz económico, Pedro Saura, señaló que la compra del Popular no se ejecutó por un euro. En este sentido, argumentó que el Santander ha ganado hasta 10.000 millones de euros con la venta de la cartera de activos inmobiliarios. Criticó que los informes de la auditoría no se hayan hecho públicos y subrayó que las autoridades europeas y españolas «se quieren ir de rositas» y evitar responsabilidades en la quiebra del sexto banco del país.

El portavoz de Unidos Podemos en la Comisión de Economía, Alberto Montero, por su parte, censuró que la resolución se produjera después todo el proceso de reestructuración bancaria que acarreó la crisis. Mientras, Francisco de la Torre, de Ciudadanos, coincidió en que se debe aclarar si la resolución del Popular fue por falta de liquidez o no y reclamó saber si se trataba de «un banco zombi» sin actividad crediticia.