Galicia se convierte en el gran mercado de España para los cazadores de herencias

Mario Beramendi Álvarez
Mario Beramendi SANTIAGO / LA VOZ

ECONOMÍA

Los abogados calculan que hay 450 millones en cuentas abandonadas, la mayoría de gallegos

24 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El mercado gallego se ha convertido en la gran preferencia de los llamados cazadores de herencias, empresas que se dedican a identificar patrimonios ocultos. Una realidad que tiene que ver, en gran medida, con el fenómeno de la emigración a mediados del pasado siglo: miles de gallegos que viajaron a Argentina, Brasil, Venezuela y México, que hicieron patrimonio allí, que dejaron bienes aquí y que tienen herederos tanto en la diáspora como en Galicia. Unos ciudadanos que en la actualidad, por desconocimiento de ese legado, no han ejercido sus derechos.

A esto se suma que, además, se calcula que en las entidades financieras españolas hay unos 450 millones de euros en cuentas bancarias abandonadas, lo que se debe, principalmente, al dinero que enviaban las familias que vivían fuera. Esos emigrantes que mandaban esos fondos e incluso quienes los recibían, a día de hoy, ya han fallecido. Una parte importante de esos 450 millones se correspondería con gallegos. Esa es la principal conclusión a la que ha llegado una investigación del Grupo Hereda, una de las pocas empresas de España que se dedica al negocio de identificar patrimonios ocultos. Sirva un dato como ejemplo: tan solo en Argentina, en el 2015, el número de gallegos superaba los 160.000.

Descendientes fuera

«Hay muchos casos, y lo habitual es que se den en la segunda generación ya nacida en el extranjero, que no tiene un conocimiento de los bienes dejados por sus padres en Galicia; precisamente, esta circunstancia, que los herederos se encuentren en Argentina o Venezuela, dificulta el trabajo de los llamados caza herencias», explica Manuel González, abogado con despacho en Santiago. De hecho, las empresas que se dedican a esto no solo cuentan con abogados sino que tienen en sus plantillas detectives y genealogistas.

«La evolución de nuestra empresa en Galicia tiene vistas a crecer, hay mucho mercado, y muy pocos genealogistas expertos en esta tipo de investigaciones. Actualmente tenemos varios expedientes de investigación de herencias ubicadas en México y Argentina, pero sobre todo, inmuebles vacíos en Galicia esperando a sus legítimos herederos, muchos de ellos ya localizados por nuestros profesionales», explica Jenny Sevilla, del Grupo Hereda.

¿Cómo es el proceso?

Las empresas de este sector se dirigen, generalmente, a dos tipos de público. Herederos que tienen una herencia internacional que tramitar o una herencia compleja, y personas interesadas en hallar beneficiarios. En este grupo están los presidentes de comunidades de vecinos o los administradores de fincas, personas todas ellas que, ante una vivienda vacía por el fallecimiento de su titular, se encuentran ante una situación de incertidumbre o frente a deudas que cobrar, por lo que necesitan localizar al heredero. Es ahí donde empieza el verdadero trabajo de los caza herencias: un rastreo por el árbol genealógico, búsquedas por Internet e incluso labor de campo en registros, parroquias, cementerios o cualquier lugar que pueda ofrecer indicios o pistas para encontrar a los herederos.

En ocasiones, para dar con el beneficiario, es necesario hacer viajes al extranjero si las pistas conducen allí. Se trata de ir reconstruyendo el árbol, según el derecho sucesorio, tal y como precisan los expertos en este trabajo. «Una vez localizado el heredero se le comunica la noticia de que le corresponde por derecho una pequeña o mayor fortuna, una gran noticia inesperada. Y se inicia la tramitación para su consiguiente disfrute. La primera reacción es de desconfianza. No se lo creen, pero al mostrarles nuestra trayectoria confían siempre en nosotros», aclara Sevilla. Este método de investigación necesita mucho tiempo e inversión. Las empresas relatan que hay casos en los que pueden existir más de 20 herederos, e incluso puede ocurrir que los trabajos de campo se tengan que realizar en varios países extranjeros o que se necesiten pruebas de ADN. Así, el gasto que lleva a cabo el despacho puede ascender a 10.000 euros. Esto es lo que explica que, dependiendo de cada caso, el bufete cobre una comisión que va desde el 10 al 30%.

Hereda es un grupo empresarial compuesto por firmas dedicadas exclusivamente a herencias, en concreto a la investigación genealógica, tramitación de legados y compra de derechos internacionales. Es la primera compañía española dedicada a la búsqueda de herederos, campo en el que cuenta con más de 20 años de experiencia.

La actividad de los buscadores o cazadores de herencias no es muy conocida en España. En otros países europeos existe mucha mayor tradición y tienen una mayor presencia social. Precisamente por este motivo, porque es una actividad poco explotada, presenta un gran potencial de crecimiento, tal y como precisan despachos especializados en genealogía hereditaria.

Y Galicia, por su idiosincrasia, es un mercado que ofrece un enorme nicho de negocio.