Las víctimas de Fórum: «Desde el fraude, los ahorros los meto en el calcetín»

M. Sío / D. Casas REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Afectados por la estafa de Fórum y Afinsa aún confían en el Estado para recuperar sus ahorros

19 sep 2017 . Actualizado a las 10:14 h.

Han transcurrido 11 años desde que se declaró la que ha sido considerada la mayor estafa piramidal ocurrida en España, y sus miles de afectados todavía mantienen intactas las esperanzas de recuperar la totalidad de sus ahorros confiados a las empresas Fórum Filatélico y Afinsa.

Hasta el momento, únicamente han recobrado entre el 15 y el 20 % de las inversiones por la compra de sellos después de que se hayan liquidado las sociedades, pero mantienen la confianza en que finalmente el Estado responda subsidiariamente por la estafa. En Galicia, los perjudicados por el fraude son unos 20.000, a título bien individual, bien colectivo, y lo cierto es que el juicio que se inició ayer en la Audiencia Nacional contra el presidente de Fórum servirá poco o nada para resarcir de los daños a los miles de perjudicados.

Los estafados solo han cobrado entre un 15 y un 20 % de lo que habían invertido Así lo entiende Antonio Corredoira, tesorero de la Asociación Adebita formada por unos 2.000 gallegos afectados por el fraude filatélico. Califica de vergonzoso todo lo ocurrido durante este tiempo y, al igual que sucedió hace un año cuando el responsable de Afinsa se sentó en el banquillo, ahora el presidente de Fórum responderá penalmente por las actuaciones en la sociedad filatélica: «Lo condenen o no, los afectados aspiramos a recuperar el dinero». E insta a que se juzgue a los cargos públicos por no controlar a estas entidades como debieran. Corredoira recuerda que los afectados por aquella actividad engañosa solo han recuperado hasta ahora el 20,5 % de lo perdido en el caso de Fórum, y el 15 % los de Afinsa. La media de inversiones realizadas se situaba alrededor de los 20.000 euros, pero entre los perjudicados «hay gente que destinó todos sus ahorros a la actividad prometida por estas entidades».

«Desilusionados, defraudados con el sistema, desesperanzados...». Quien así se expresa es Fernando Caride, también socio de Adebita, ante la imposibilidad de que el Estado proceda «a la reparación del daño causado en la omisión de su deber de vigilancia de este tipo de sociedades». Sostiene que «Fórum y Afinsa no eran chiringuitos financieros, eran entidades de reconocida solvencia y actividad financiera», de ahí su reproche «en el trato a ciudadanos, de primera y de segunda». Se refiere a las soluciones que se han tomado para resarcir a los afectados por las preferentes y subordinadas, a través del Fondo de Garantía de Depósitos. Opina Caride que, con independencia o no de que a los dirigentes de las sociedades filatélicas se los condene a penas de cárcel, lo cierto es que «su patrimonio no va a ser suficiente para hacer frente al pago de las deudas con los inversores estafados».

«Ahorrábamos para la universidad de nuestros hijos y tuvimos que cambiar de planes»

Las pérdidas de Enrique Lareo se elevan a unos 40.000 euros: «Ahorrábamos para la universidad de nuestros hijos». Y con la estafa se vio obligado a cambiar de planes. El impacto que le ha causado el engaño de las sociedades que invertían en sellos, igual que a otros miles de clientes, ha sido tal que ahora sus ahorros los mete «en el calcetín», ya que desconfía hasta de los bancos. «Porque está claro que te puedes quedar sin nada aunque tenga el respaldo del Estado», opina Lareo.

Las provincias de A Coruña y Pontevedra son las que tienen la mayor parte de los afectados gallegos. Los vigueses que confiaron en las empresas intervenidas perdieron un total de 60 millones de euros. Su perfil responde al de pequeños ahorradores. Uno de ellos es Julio Comesaña, hoy ya jubilado. «Trato de desvincularme, porque es un tema que me indigna mucho. Después de estos 11 años yo me pregunto: ¿qué demonios hace la Justicia en defensa del ciudadano de a pie», afirma sin alterar el tono de la conversación. Eso no evita que sus palabras sean contundentes. «Ha sido una vergüenza. ¿Qué esperamos de este juicio? Los culpables ya hace tiempo que tenían que estar castigados, lo que queremos es que realmente salga algo para los afectados, queremos recuperar el dinero», afirma. El inversor manifiesta su malestar por el trato discriminado que han recibido respecto de otros afectados por estafas como la de las preferentes. «Más de uno nos llamó avariciosos», recuerda.

«La cantidad recuperada es irrisoria, apenas alcanza un 20 % del dinero que se adeuda a los inversores», expresa Ana Folgar, coordinadora de Adicae para este caso. Entiende que la causa penal debe seguir su curso y, a pesar de las trabas puestas durante estos 11 años, desde Adicae se trabajará hasta el final por defender a los ahorradores estafados. Lo hará, asegura Folgar, en la línea de que sea el ICO el que haga una oferta de adquisición por las cantidades reconocidas en procesos concursales.

La estafa, en cuatro pasos

    1. El sello, un «valor seguro».
      Fórum nace en 1979 ofreciendo sellos cuyo valor, según explicaban, se iba incrementando. Los clientes pagaban unos precios fijados unilateralmente por la empresa a un precio muy superior al que podían conseguir en el mercado filatélico. Llegaron a cifrar su colección en más de 4.300 millones de euros.

    2. Triple rentabilidad que un banco.
      Los directivos garantizaban una rentabilidad al comprador de entre el 6 y el 8 %, el triple de lo que podía llegar a ofertar un banco en los ochenta y noventa. Un gancho muy atractivo sin que las autoridades detectaran fallos durante años. Su popularidad se expandió con premios, publicidad y célebres patrocinios.

    3. Pago de intereses con aportaciones de otros.
      Para mantener la confianza de sus clientes y evitar el rescate de sus inversiones y el colapso de Fórum, los responsables desarrollaron un mecanismo defraudatorio piramidal: ofrecían al mayor número de clientes renovar sus inversiones, y con esos fondos iban pagando las desinversiones. Los clientes pensaban que pagaban con la rentabilidad de los sellos.

    4. Clientes haciendo de comerciales.
      Y para redondear la jugada, convertían a clientes en comerciales, que a su vez traían más inversores. La ruleta no paraba. En el 2006 se intervino.