Empresas gallegas paran sus camiones al no hallar chóferes para rutas largas

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

ECONOMÍA

ALBERTO LÓPEZ

Los bajos salarios y la cantidad de días fuera de casa, claves del déficit de personal

07 sep 2017 . Actualizado a las 19:43 h.

Las empresas gallegas de transporte de mercancías por carretera están encontrando serios problemas para contratar mano de obra que cubra las rutas de larga distancia nacionales e internacionales. Tanto es así que la falta de conductores ha propiciado que hayan empezado a darse casos de firmas que tienen parados una parte de sus camiones por no haber podido contratar un chófer. En Galicia hay ahora unos 20.000 camiones, de los que 15.000 cubren las llamadas rutas de larga distancia. «No hemos estimado con exactitud a cuánto asciende el déficit actual de mano de obra, es decir, cuántos conductores harían falta, pero sí tenemos constancia de negocios que en Galicia tienen parte de su flota aparcada por este problema», explica Alberto Vila, el gerente de Fegatramer.

La situación ha llegado a tal extremo que algunas empresas gallegas han empezado a tirar de mano de obra extranjera: conductores búlgaros, rumanos o marroquíes han empezado a desplazar incluso a los chóferes portugueses, que eran los que antes cubrían los pequeños huecos de empleo sobrantes.

Las causas

El problema se explica, en gran medida, por las condiciones laborales que se ofrecen: salarios que con las pagas prorrateadas estarían entre 1.500 y 1.700 euros, dependiendo del convenio provincial, para unos trabajadores que, en muchos casos, pueden llegar a pasar hasta 18 días fuera de casa. Los que cubren las rutas internacionales tienen que pasar casi siempre un fin de semana lejos de su hogar.

«Ahora mismo no hay casi profesionales porque las condiciones laborales que se ofrecen no satisfacen lo que se demanda por parte del trabajador», explica Antonio Señarís, presidente de Fetram. «Un conductor de ruta larga, con el actual convenio de transporte de A Coruña, tendría una retribución mensual bruta de unos 2.400 euros mensuales, lo que significa que, con las pagas prorrateadas, tendría una nómina de unos 1.750 euros», explica Señarís.

A esta cantidad habría que añadir unas dietas que oscilan entre los 45 euros para las rutas de larga distancia nacionales y los 57 de los desplazamientos internacionales. Unos complementos que deben cubrir los gastos de pernoctación y comida.

«Este es un salario bajo para una persona que está fuera de casa fines de semana y que puede trabajar hasta 18 días consecutivos», explica el presidente de Fetram. El principal problema que surge es que las empresas gallegas de transporte de mercancías por carretera tampoco pueden ofrecer condiciones salariales mucho mejores para las rutas de larga distancia. Se trata, en muchos casos, de negocios familiares de reducido tamaño que han tenido que hacer frente al incremento del gasto en combustible y a un marco fiscal que, a su modo de ver, es extremadamente duro para los beneficios y la actividad que tienen.

Las firmas del sector consideran que a lo largo de los últimos años se ha ido criminalizando la figura del camionero, hecho del que culpan también a las propias campañas de la Dirección General de Tráfico. «Los vehículos industriales no son el sector en el que concentran la mayor parte de los siniestros», denuncia el presidente de Fetram. Las organizaciones que representan a los transportistas piden también a Fomento que flexibilice las actuales condiciones normativas para poder desempeñar la profesión de conductor de vehículo de mercancías.