Vas a por un crédito y sales con una alarma antirrobo

m. s. d. REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

XAIME RAMALLAL

Los vínculos «trampa» que abaratan el préstamo a la vivienda

24 ago 2017 . Actualizado a las 12:39 h.

Paco y María están negociando una hipoteca a plazo fijo con su banco de siempre. El director les ha prometido una buena operación al 2,10 % a 20 años. La cuota mensual, será llevadera y la pareja acepta iniciar los trámites. Pero en realidad lo que estos clientes están firmando con su banco es un crédito al 3,50 % bonificado, en función de los productos que quieran añadir a la cesta de la hipoteca. Por ejemplo: el seguro de hogar resta 0,30 %, el de vida otro 0,30 %, el plan de pensiones un 0,25 % y, así hasta completar la bonificación del 1,40 % que necesitan para que no se les dispare el recibo mensual.

En algunas entidades, las vinculaciones empiezan a ser más imaginativas, como la contratación de una alarma antirobo con una compañía ya determinada que, por un lado bonificará con un 0,20 % la operación; pero que, en realidad, obligará al cliente a pagar mensualmente 48 euros para que no le roben, es decir, está encareciendo su hipoteca 48 euros al mes.

Ocurre tanto en los créditos a la vivienda que se están contratando a plazo fijo como variable.

Las cláusulas del contrato de hipoteca dejan bien claro, en letra bien grande, que será penalizado en la medida en la que el cliente vaya prescindiendo de alguno de los productos vinculados a la hipoteca.

Penalizaciones

Dicho de otro modo, si por ejemplo el cliente no deposita en el plan de pensiones la suma comprometida perderá la bonificación, lo mismo que si decide prescindir de la alarma antirrobo o contratar el seguro de vida más barato con otra compañía.

Las organizaciones de consumidores tienen expectativas de que la nueva ley hipotecaria actúe sobre estas imposiciones, pero no está del todo claro. El texto que el Gobierno ha remitido al Consejo de Estado incluye una cláusula que prohíbe obligar al titular del préstamo que contrate otro producto vinculado, «salvo que se demuestre que este sea beneficioso para el cliente». Pero la norma continuará permitiendo que las entidades puedan reducir el tipo de interés de la hipoteca si el consumidor se decanta por contratar productos como seguros, planes de pensiones o tarjetas.