Navantia solo cerró este año un pequeño pedido de eólica marina, pero arrancó dos importantes obras en Ferrolterra
En blanco en cuanto a contratación. Los astilleros públicos españoles no lograron este año ningún pedido para la construcción de buques y solo un nuevo encargo para la fabricación de componentes para la eólica marina. Sin embargo, como consecuencia de los trabajados encomendados durante el pasado ejercicio, el pasado mes de junio supuso para la empresa el arranque en la construcción de dos importantes programas para las factorías de Navantia en la ría ferrolana: la fabricación del primero de los dos buques logísticos para la Armada de Australia y la ejecución de las 42 jackets -estructuras que sustentan los aerogeneradores en la mar- para Iberdrola. Vienen a sumarse a otras cuatro pequeñas cimentaciones que también se fabrican en la antigua Astano para Siemens (firmadas en enero) y al buque de acción marítima (BAM) para la Marina española que está previsto que se bote el próximo mes en Ferrol.
En materia de nuevas contrataciones, Navantia tiene el foco puesto en Arabia Saudí y Australia. En el primero de los casos, espera desde hace un año y medio la firma de un contrato para la construcción de cinco corbetas, que se repartirían entre el astillero de San Fernando (Cádiz) y los de la ría ferrolana. El encargo está valorado en 2.000 millones de euros y supondría siete millones de horas de trabajo. La firma alcanzó un acuerdo para la fabricación de los barcos con la familia real saudí el pasado año, pero sigue sin procederse a la rúbrica del contrato. El reciente viaje al país del presidente americano, Donald Trump, que se saldó con un pacto de compra multimillonario a la industria de defensa de los Estados Unidos, ha generado muchos recelos, aunque Navantia no ha dejado de insistir en sus buenas expectativas y su confianza en que en breve se produzca la firma del pedido.
Por otro lado, hace solo unos días que la empresa ha presentado su oferta al concurso de la Armada australiana para la construcción en ese país de nueve fragatas, contrato que se disputa con la italiana Fincantieri y la británica BAE Systems. El país de las antípodas adjudicará el encargo a principios del próximo año.