La canciller germana insta al sector a prepararse para los cambios que se avecinan
13 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.La canciller alemana, Angela Merkel, acusó ayer a los fabricantes de vehículos de su país de haber «malgastado increíblemente la confianza» depositada en ellos e instó a sus directivos a recuperarla y a prepararse para las transformaciones que atraviesa el sector.
Merkel hizo estas declaraciones en su primer mitin de la campaña electoral para las elecciones generales del 24 de septiembre, un acto organizado por los Trabajadores Cristianodemócratas (CDA), una agrupación de su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU), en Dortmund (oeste de Alemania).
«Amplias partes de la industria del automóvil han malgastado increíblemente la confianza. Y eso solo lo puede recuperar la industria, esto es, las direcciones de las empresas», aseguró la canciller en su discurso, retransmitido en directo.
De esta forma, Merkel hacía referencia a la manipulación de las emisiones de gases contaminantes, que ha salpicado a varias marcas alemanas, y la posibilidad, ahora investigada, de que durante más de una década los principales actores del sector en Alemania hubiesen actuado como un cartel.
800.000 puestos en peligro
Estas cuestiones han «destruido la confianza» en el sector, señaló la canciller, que alertó de que también han puesto en peligro los 800.000 puestos de trabajo directos del automóvil en Alemania y han afectado a la imagen del «Made in Germany».
La canciller Merkel instó además a la industria automovilística a afrontar los grandes cambios que están afectando al sector, como la irrupción de los coches eléctricos, la innovación en torno a los vehículos autónomos y la extensión de los coches compartidos y otros servicios de movilidad.
«La cuestión de si la industria automovilística alemana ha reconocido estos signos del momento será decisiva para su futuro. Y con ello, para el de cientos de miles de puestos de trabajo», aseguró la canciller.
Reducir emisiones, ya
Con respecto a la reducción de emisiones de los motores diésel, Merkel instó a la industria a tomar medidas y encontrar un «camino razonable», asumiendo su «responsabilidad principal» para que no se tenga que llegar al extremo de prohibirlos. «Queremos impedir una prohibición de circulación» para los motores diésel, subrayó la canciller, quien pidió celeridad a la industria en esta transformación.
Además, indicó que el Gobierno alemán seguirá en contacto con esta industria para rebajar la contaminación de los motores diésel, manteniendo el formato que se estableció recientemente con una cita entre varios ministros y los directivos de las principales empresas del sector.