Julio Masid: «Yo tomo agua del grifo porque es sana, barata y respeta al medio ambiente»

Sofía Vázquez
sofía vázquez REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

PACO RODRÍGUEZ

El director general de Viaqua dice que Galicia no es excedentaria en ese recurso y que ya hay pueblos que lo reciben en camiones cisterna

05 ago 2017 . Actualizado a las 23:09 h.

Julio Masid, director general de Viaqua -gestiona el servicio integral del agua en 59 municipios gallegos-, nos recibe en su despacho da Rúa do Vilar, en Santiago. Es de piedra, envolvente. Masid se irá de vacaciones en unos pocos días y reconoce, entre risas, que no hará como la presidenta de la comunidad de Madrid, que opta por seguir trabajando. A su juicio, una empresa organizada y moderna debe respetar las vacaciones del equipo humano.

-¿Qué toma en su casa, agua del grifo o embotellada?

-Del grifo. Primero porque tiene una garantía total de salubridad, segundo por un tema de economía, ya que el coste de un litro de agua del grifo es mil veces inferior al del agua embotellada; y tercero por respeto al medio ambiente. Hay que dejar de consumir plástico de manera un tanto absurda. El agua la tenemos en casa, lista para el consumo y con máximas garantías. No necesitamos que nadie nos la traiga embotellada ni en recipiente. En Santiago, Ourense y Pontevedra disponemos de la certificación ISO 22000, con la que se garantiza que el agua está tratada como un alimento.

-Alguien en una taberna o en un restaurante coge una botella, la llena con agua del grifo y te la vende como embotellada.

-Se está dando últimamente ese modelo. Entiendo que filtran el agua y esta pierde, sin ningún sentido, minerales y otras características. El agua está absolutamente garantizada y por lo tanto el filtrado no tiene demasiado sentido. En caso de que alguien notase el cloro, este desaparece en minutos poniendo el agua en una jarra.

-¿Es un timo?

-No diría que es un timo; sí un modelo de negocio que aprovecha el poco conocimiento que tenemos del agua. De alguna manera venden que la purifican y la hacen potable. No tiene sentido.

-¿Qué hace una empresa catalano-francesa gestionando el agua de Galicia?

-Una corrección: Viaqua es una empresa 100 % gallega. Aquí tiene su sede.

-Pero su capital es francés, del grupo Suez, que a su vez absorbió Aguas de Barcelona

-Así es, los accionistas son franceses y compraron Aguas de Barcelona. Pero a mí me gusta remarcar que Viaqua es gallega por varias razones. La primera: su origen es del año 1971, cuando el Ayuntamiento de Santiago buscaba -por necesidad- mejorar el servicio en aquel momento. (Nos podemos imaginar hace 46 años cómo sería un especialista de este sector). Operaba Aguas de Barcelona, que ya se dedicaba a la gestión desde hacía más de 100 años. Este ejercicio celebran el 150 aniversario. Vinieron a Santiago. Así parte la trayectoria de Viaqua hasta hoy, que está presente en 52 ayuntamientos y damos servicio al 25 % de la población de Galicia, es decir a unos 750.000 habitantes aproximadamente. Nuestros clientes suman 356.000. Segunda razón: tenemos mucho conocimiento de Galicia. La mayor parte de los 550 trabajadores que estamos aquí somos gallegos y además con mucha experiencia en el territorio. Formar parte de un grupo como Suez nos ayuda porque nos da esa dimensión global que tanto nos beneficia a la hora de enfocar nuevas tecnologías o temas de investigación. Tenemos un centro tecnológico que se llama Cetaqua. En su patronato está la Universidad de Santiago, Viaqua y el CSIC. Ahora estamos investigando en la realización de una biofactoría. Se trataría de una depuradora de la que podamos obtener bioplásticos, gas, fertilizantes. Conseguiríamos devolver el agua limpia, tener cero residuos y valorizar esos productos.

-Están pendientes de importantes concursos que saldrán a lo largo de los próximos dos años: Pontevedra, Ourense y Santiago.

-Vamos a competir con empresas nacionales (también gallegas) e internacionales. No va a ser fácil. Pero entendemos que debe de ser así, que el mercado debe ser competitivo.

-¿Hay chanchullos en estos concursos?

-No los hay. No debe de haberlos porque son concursos públicos que, desde luego, tienen que tener todas las garantías. Es bueno para todos.

-Galicia desborda agua. ¿Y si vendemos la que nos sobra a otras comunidades con carencia?

-El agua tiene una característica: pesa.

-El petróleo también pesa y se transporta

-Sí, pero el petróleo se refina.

-Tenemos una refinería en A Coruña y la gasolina y el gasoil son de los más caros de España.

-De todas formas, en Galicia de agua no somos excedentarios. Tenemos que cuidar el agua, que llega a muchos pueblos en camiones cisterna porque los manantiales han secado. Las grandes infraestructuras del futuro tienen que estar pensadas para atender dentro de 50 años al 90 % de la población mundial, que vivirá en grandes ciudades, en grandes zonas de estrés hídrico. Elegirán esas áreas en lugar de otras con agua.

-Por eso, vendamos el agua a Madrid y a otras ciudades.

-Creo que deberíamos potenciar que la gente viniese a vivir a Galicia.

Ideas

Remunipalización

Masid incide en que el agua siempre ha sido municipal. Los ayuntamientos han tenido las competencias porque es un servicio «que tiene que ser público». Otra cosa es el modelo de gestión. Defiende que una empresa privada ayuda a bajar costes y a prestar un mejor servicio.

«Es verdad, las facturas no se entienden bien. Los conceptos tienen que ser más claros»

El directivo es claro cuando dice que los gallegos son conscientes de que disfrutan de un medio ambiente privilegiado, pero duda de que los ciudadanos tengan la consciencia suficiente de que han de cuidarlo y conservarlo. La calidad del agua gallega es, según Masid, «muy buena». Sin matices, pero hay cosas que se hacen mal.

-Están muy de moda las famosas toallitas. Las tiramos por el retrete, y son difíciles de eliminar. Además el proceso es muy costoso porque los equipos, en muchas ocasiones, tienen averías. Hay que intentar no tirar por el fregadero los aceites. Y las empresas tienen que ser conscientes de que deben devolver el agua en condiciones que ya están fijadas por ley. Lo tienen que ver como una oportunidad, no como un obstáculo.

-Las facturas del agua, como las de la electricidad, no se entienden bien.

-Es verdad. Debemos entonar todos un mea culpa. No se trata de falta de transparencia, sino de que los conceptos aparezcan más claros. Primero por los ciudadanos. Cuando un servicio municipal como es el del agua se factura se deberían facturar los servicios específicos. Incluir la recogida de basuras genera la primera confusión. Lo primero que te dice el consumidor es que el agua es muy cara. Yo pago 40 euros cada dos meses, pero si luego analizo la factura con detenimiento observo que la mitad corresponde a gestión de basuras. El precio del agua en Galicia es de los más bajos de Europa, por lo tanto no debería ser una queja ciudadana. Pero si trasladamos a una factura otros servicios y tributos... Cuando llega el recibo de la operadora de telecomunicaciones a casa abonamos entre 50 y 60 euros cada mes, [repite de manera incisiva], cada mes; el recibo del agua suele situarse entre 15 y 20 euros cada dos meses. La diferencia parece que está clara.

-Si la factura del agua es tan abstrusa, ¿por qué no se limpia de todo ese ruido que la hace ilegible?

-Es un servicio municipal y la decisión, por lo tanto, le corresponde al ayuntamiento. Si se limpiase de conceptos, entenderíamos mejor que la factura del agua no llega al 3 % del presupuesto familiar. El precio de un metro cúbico está en torno al euro y poco más. Si un metro cúbico son 1.000 litros, podemos decir que un litro valdría 0,001 euros.