Galicia comenzará a cobrar un canon a las empresas mineras por su impacto ambiental

Rubén Santamarta Vicente
r. santamarta REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

JOSE MANUEL CASAL

Desarrolla, tras tres años, la orden que permitirá ingresar el tributo

05 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La Xunta podrá empezar a cobrar a las empresas mineras un canon por el impacto ambiental que genera su actividad. En el 2014, el Gobierno autónomo anunció, dentro de una ley de medidas fiscales, la creación del llamado imposto compensatorio ambiental mineiro, pero no podía ingresarlo al no contar con la orden que regulaba cómo y en qué condiciones se podría ejecutar. Ahora, las consellerías de Facenda y de Industria han completado la regulación, que está pendiente de la presentación de alegaciones y que ya se expone en el portal de transparencia de la Xunta.

Ese tributo, según las fuentes consultadas, no lo pagarán todas las empresas mineras en Galicia. Solo aquellas que, en función de una serie de parámetros -generación de residuos, afectación de zonas exteriores...-, tengan un impacto en el territorio. Según se lee en la propuesta de orden, el objetivo es compensar «as externalidades negativas xeradas polas actividades de extracción, explotación e almacenamento de minerais metálicos industriais e metais preciosos». Gravará así la alteración de la superficie como consecuencia de la extracción y el depósito o almacenamiento en vertederos de residuos. Será un impuesto finalista «que pretende internalizar o custo do uso que do ambiente fai a actividade mineira que se desenvolve no territorio da comunidade [...] incentivar a aplicación das mellores técnicas, ferramentas e prácticas de xestión ambiental polo sector mineiro galego, promover a aceleración na restauración das superficies e solos afectados e promover a investigación e desenvolvemento de procesos mineiros máis eficientes desde o punto de vista ambiental». El Gobierno gallego, en todo caso, no tiene una estimación de los ingresos que le pueden generar este canon, similar al que en su día implantó para el sector eólico por el impacto ambiental, aunque mucho más específico y limitado. 

Cobro una vez al año

El tributo se ejecutará al cierre de cada ejercicio, y previamente tendrá que contar con un inventario de instalaciones de este tipo a las que se les pueda tramitar el nuevo impuesto, según se explica en la orden. Por cada hectárea o fracción de superficie alterada no restaurada se estima una cuota de 12.500 euros. En el almacenamiento de residuos, cada tonelada o metro cúbico tendrá un coste de hasta 0,125 euros.