Pedro Larrea: «La Xunta ha tomado una decisión en contra de los intereses de Galicia»

Juan Ventura Lado Alvela
J. v. Lado CEE / LA VOZ

ECONOMÍA

BENITO ORDOÑEZ

El directivo cree que el veto a la venta de las centrales del Xallas lastra las posibilidades de futuro de las fábricas

28 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El presidente de Ferroatlántica y consejero delegado de Ferrogloble, Pedro Larrea Paguaga, analiza las consecuencias de la negativa a la Xunta a la segregación y venta de las centrales hidroeléctricas del Xallas.

-¿Esperaban una resolución de la Xunta en este sentido o ha sido una sorpresa?

-No sé si una sorpresa, pero sí ciertamente una decepción.

-¿Tienen argumentos jurídicos para que los tribunales puedan fallar en sentido distinto a como lo hicieron en 1996?

-La resolución es muy larga y tenemos que estudiarla en detalle, pero, como es lógico, si nosotros presentamos una solicitud es porque pensamos que se ajusta a derecho y estamos dispuestos a defender eso en todas las instancias que podamos para llevar a cabo lo que creemos que son los intereses de la empresa y, además, los intereses de Galicia.

-¿Cómo se explica que su oferta no haya convencido ni a la Xunta ni a los alcaldes y trabajadores de la Costa da Morte?

-No es el momento de buscar responsabilidades o razones. Yo creo que por parte de los alcaldes y del comité de empresa locales han estado anclados en la preservación de una situación del pasado en lugar de mirar al futuro y apostar por el desarrollo económico, el desarrollo industrial, el desarrollo tecnológico y la creación de empleo. Echo de menos que durante los últimos 10 meses no haya habido más disposición a buscar puntos de encuentro.

-¿Cómo le afecta al grupo a nivel financiación y pago de deuda que no se haya llevado a cabo esta operación de venta?

-Somos un grupo multinacional grande con 26 fábricas en nueve países. Comprenderá que tenemos multitud de negocios, multitud de alternativas de crecimiento, inversión y financiación. La conclusión es que vamos hacer valor nuestros derechos pero, por otra parte, insisto, tenemos 26 plantas de las que ocuparnos y llevaremos las inversiones, el desarrollo tecnológico, el desarrollo industrial y la creación de empleo allí donde seamos bienvenidos y se den las condiciones más favorables para llevar a cabo esas inversiones. Para la empresa esta decisión de la Xunta es una decepción pero no la detiene y nosotros vamos a seguir adelante con nuestros planes y nuestro desarrollo. Evidentemente supone un obstáculo para algunos aspectos de la financiación, pero si la Xunta ha tomado una decisión en contra de los intereses industriales de Galicia como ha ocurrido con otras empresas que se van a Portugal o que se van a otras zonas nosotros tendremos que pensar si nuestro desarrollo industrial nos lo llevamos a otras regiones de España o a otros países donde, insisto, las condiciones para el desarrollo industrial y tecnológico sean más favorables.

-¿Le supone penalizaciones que no se ejecute la venta?

-No, no hay ninguna penalización salvo el hecho mismo de no vender los activos. Estamos permanentemente analizando un montón de alternativas en todo el mundo y no hay más penalización que es una pena y una pérdida de oportunidades para Galicia. A lo mejor no lo haremos en Galicia pero nosotros seguiremos con nuestro empeño de crecer y de desarrollarnos tecnológicamente y crear empleo.

-¿Cómo influye este nuevo escenario en las plantas gallegas?

-Nosotros habíamos planteado un plan industrial para invertir 100 millones de euros en Galicia, para crear 500 empleos, dar seguridad a otros 500 y la conclusión de la resolución de la Xunta es que hay 1.000 empleos que se iban a crear o se iban a asegurar y que ahora o bien no se crean o bien van a seguir en un estado de incertidumbre en función de los avatares de nuestra industria, del suministro eléctrico y de otros muchos factores. Aquí frente a una voluntad de inversión, desarrollo y creación de empleo -yo creo que con un entendimiento muy incorrecto por parte de algunos sectores, sobre todo de la CIG y de la resolución de la Xunta- vamos a tener un replanteamiento de nuestra actividad industrial y de alguno de nuestros proyectos, que podrían haber sido verdaderamente una gran apuesta para la empresa en Galicia y para Galicia en general.

-¿Qué va a ocurrir con el proyecto del silicio solar?

-Nosotros no vamos a renunciar a ese proyecto en el muy largo plazo, pero nuestra capacidad de invertir nos hace replantearnos dos cosas: uno, la dimensión y el alcance del proyecto, y dos, la necesaria optimización del mismo. Desde ese punto de vista es bien conocido que tenemos una posibilidad muy buena desde el punto de vista industrial, logístico, de costes y de todo tipo en Puertollano. Vamos a analizar el desarrollo de un proyecto distintos, probablemente de menos alcance, allí en Puertollano o, sino yo ahora mismo estoy en una fábrica en Estados Unidos y tenemos ofertas de autoridades locales para desarrollar el proyecto solar. Es una pena que va a ser un proyecto que tengamos que desarrollar más despacio, con menos ambición en una primera fase, pero lo llevaremos a cabo y estamos estudiando distintas localizaciones alternativas.

-¿En qué situación quedan los empleados de Ferrosolar?

-Lo vamos a estudiar, pero, lógicamente Silicio Ferrosolar es un proyecto que ahora mismo en Sabón no tiene recorrido. Por tanto tendremos que ver si alguno de los empleados concretos podemos aprovecharlo para el desarrollo futuro en otras localizaciones y el resto de empleados tendremos que tomar decisiones y eso es lo que estamos estudiando como llevar a cabo desde un punto de vista jurídico y laboral..

«Como empresarios no actuamos por impulsos políticos ni, desde luego, por deseo de venganza»

Larrea asegura que ya han pasado página y se muestra convencido de que tanto la empresa como los trabajadores perseguirán los mismos objetivos.

-¿Prevén recortes de producción y empleo en la Costa da Morte?

-Nosotros como empresarios no nos vamos a mover por impulsos políticos ni por venganza. No tiene ningún sentido. Vamos a tomar las decisiones empresariales por el bien de la empresa, de nuestros activos y del desarrollo de nuestras fábricas, nuestros empleados y nuestro negocio. En estos momentos las fábricas en Galicia que, en distintos niveles, están funcionando bien y están dando resultados. Lógicamente dentro de nuestro negocio siempre vamos a estar buscando la máxima eficiencia y la máxima competitividad. Eso lo vamos a seguir haciendo, pero este es un negocio cíclico con vaivenes y es indiscutible que las fábricas de Galicia, como las del resto del mundo, van a estar sometidas a incertidumbres en los próximos años. Y las de Galicia tendrán que competir con otras 24 del grupo en el mundo en cuanto a su capacidad para competir y desarrollarse.

-¿Cómo piensan reconstruir la paz social en las fábricas?

-Hemos estado siempre abiertos al diálogo, lo vamos a seguir estando. La Xunta ha tomado una decisión basada en criterios que nosotros consideramos equivocados, que va claramente en contra de los intereses de Galicia, de las fábricas y de los trabajadores desde nuestro punto de vista. Pero nosotros ya hemos pasado página, ahora de lo que se trata es de que las fábricas funcionen lo mejor posible. Vamos a buscar ese objetivo y entiendo que los trabajadores también tienen ese mismo objetivo. Y no tiene porque no haber la normal interacción entre empresa y trabajadores que siempre ha habido. Insisto, no nos movemos por argumentos ni razonamientos políticos y, desde luego, por ningún deseo de venganza, por decirlo así. Hemos demostrado nuestra capacidad de diálogo alcanzado un acuerdo sobre el plan de futuro con los sindicatos UGT, CC.OO., USO y SU, a quienes agradecemos su voluntad de diálogo. Confiamos en seguir entendiéndonos con los representantes de los trabajadores.

-¿Pierden capacidad de competir las fábricas gallegas?

-Sin duda. Hay una perspectiva muy sesgada, muy incorrecta respecto a que es lo que garantiza el futuro de las fábricas. Ahora mismo España es el país con los costes de energía más altos y con costes laborales, en comparación con otros países, altos y con otra serie de desventajas, como incertidumbres muy grandes respecto al suministro energético en el futuro. Y a la hora de hacer inversiones es indudable que un consejo de administración de una multinacional que va a examinar las ventajas e inconvenientes de 26 fábricas. Ahora mismo las fábricas gallegas tiene costes energéticos altos, costes laborales altos y se acaba de demostrar que un entorno de acogida a las inversiones muy negativo. Eso las coloca en una situación menos favorable a la hora de realizar inversiones dentro del grupo.

-¿Cómo afecta esta situación a los convenios de colaboración con entidades?

-En primer lugar, nosotros tenemos compromisos existentes que no hay duda de que los vamos a cumplir. Eso no ha estado nunca en duda. Nuestro presidente la semana pasada incluso lo confirmó personalmente y eso va a ocurrir. Hacia futuro todas las actividades de la empresa están sometidas siempre a revisión: las de mecenazgo, colaboración y responsabilidad social, también. Yo pienso que seguiremos haciéndolas y tenemos que garantizar que las seleccionamos correctamente y las canalizamos hacia a actividades que tengan el mayor impacto para el conjunto de la sociedad.