Bruselas investiga ya el supuesto cartel de los principales fabricantes de coches alemanes

Cristina Porteiro
cristina porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

ECONOMÍA

OLIVIER HOSLET | EFE

Alemania, preocupada por la credibilidad de su industria

25 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La UE podría estar a las puertas del escándalo más grande que han visto sus autoridades de Competencia en las últimas décadas si se confirman las acusaciones que lanzó el pasado fin de semana el semanario Der Spiegel sobre los principales fabricantes de coches del país teutón. Volkswagen, Audi, BMW, Porsche y Daimler están en el punto de mira por haber formado parte presuntamente de un cartel.

Las prácticas mafiosas de estas firmas las habrían llevado a pactar en reuniones secretas precios, proveedores, fabricación de las cajas de cambio, frenos, motores y el coste del sistema de tratamiento de gases de motor diésel AdBlue. Encuentros que se produjeron desde los noventa.

La noticia no ha cogido por sorpresa ni al Gobierno alemán ni a Bruselas. El portavoz comunitario, Ricardo Cardoso, admitió ayer que las autoridades europeas están investigando el caso: «La Comisión Europea y la autoridad alemana de competencia han recibido información sobre este asunto y actualmente la estamos estudiando», indicó sin aclarar desde cuándo lleva Bruselas siguiendo las pistas de esta nueva trama.

La ministra alemana de Economía, Brigitte Zypries, salió al paso de la polémica para asegurar que actuarán con transparencia para aclarar lo sucedido: «Está en juego la credibilidad de toda la industria automovilística alemana, ni más ni menos. Sin clarificaciones no podremos restaurar la confianza», aseguró. Algunas voces en Europa apuntan ya al «mayor escándalo» de la historia económica de Alemania. Pero, ¿quién ha revelado el secreto? Según el Financial Times, la garganta profunda no sería otra que la compañía Volkswagen, la misma que protagonizó el año pasado el fraude masivo de motores diésel, trucados para sortear las pruebas de emisiones contaminantes. Por ello fue condenada en Estados Unidos y Canadá a pagar multas y compensaciones por más de 23.000 millones. Los afectados europeos siguen esperando el turno ante la inacción de algunos Gobiernos como el español, al que Bruselas amenaza con sancionar por no haber castigado a la firma cuando tuvo conocimiento de las irregularidades. ¿Por qué Volkswagen habría hecho saltar la liebre? Según las normas de competencia, el primero que tira de la manta se libra de la multa. Su cúpula se reunirá el miércoles. Su rival, BMW, afila los cuchillos. Niega que haya formado parte de un grupo organizado con el fin de controlar la libre competencia.