Solo el alcohol y el tabaco aportan 7.651 millones a las arcas públicas

m. cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

CAPOTILLO

Los carburantes son otro de los conceptos con mayor carga, sobre todo en Galicia

16 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Quién le hace ascos a una caña de vez en cuando? Aunque no son de los que se exceden, desde luego los Bergantiños no. Cada vez que salen a tomar una, destinan a las arcas públicas algo más que el IVA. Eso es algo de lo que, a veces, no se dan cuenta. De todas formas, no es lo mismo que tomen una cerveza extralight, que una más fuerte. Solo las que tengan una graduación inferior al 1,2 % tienen cero como impuesto especial. El gravamen aplicado al resto varía, como indica el capítulo III de la ley de impuestos especiales, en función del porcentaje de alcohol y de la densidad.

A los Bergantiños no les gustan las que tienen muchos grados. Les va una rubia con un 2,6 % de alcohol. El impuesto especial, en ese caso, es de 2,75 euros por hectolitro al estar por debajo del 2,8 %. A ello han de añadir el 21 % de IVA. Pero como España es un país de cañas al sol, solo en impuestos especiales aplicados a la cerveza, Hacienda ingresó en el 2015, como muestran los datos del Informe de Recaudación de la Agencia Tributaria, 297 millones de euros.

No son mucho de bebidas destiladas los Bergantiños, pero saben que las arcas públicas engordan bastante con las copas. Prefieren una caña o un vino -el impuesto especial es cero, solo tiene un 21 % de IVA-, aunque una vez al año les gusta degustar un buen whisky. Su favorito tiene una graduación del 40 %. Ahí, además del 21 % de impuesto de valor añadido, dejan a Hacienda 958,94 euros por hectolitro de alcohol puro. Su aportación en ese campo es pequeña, pero la del conjunto de los españoles por bebidas destiladas fue de 774 millones de euros en el 2015.

Rosa gasta 20,15 euros al mes en tabaco, 18,92 son impuestos Y menos mal que Rosa está dejando de fumar. Antes no tenía más remedio que hacer esfuerzos para que le llegaran los veinte cigarrillos del paquete. Pero echó cuentas. No solo gastaba -a precios de hoy- 1697,25 euros al año en tabaco, comprobó que en torno a un 80 % (1.377,8 euros) de esa cantidad correspondían a impuestos diferentes. Además, estaba dañando su salud. Ahora fuma un paquete a la semana, con lo que no solo ha bajado la cantidad de nicotina que va a sus pulmones, también el total de impuesto correspondiente al tipo específico aplicado a los cigarrillos, que está en 2,47 euros por cada mil unidades. A eso hay que añadir un tipo proporcional del 51 % y un 21 % de IVA. Pero además, como indica la ley, «el importe del impuesto no puede ser inferior al tipo único de 131,5 euros por cada 1.000 cigarrillos, y se incrementará hasta 141 euros cuando a estos se les determine un precio de venta al público inferior a 196 euros por cada 1.000 unidades». La recaudación total en impuestos del tabaco (incluido el de liar y los puros) fue en el 2015 de 6.580 millones. 

Carga en hidrocarburos

De lo que no se salva esta madre es de la elevada carga que tienen también los hidrocarburos. Su coche es de gasolina. Suele repostar la de 95 octanos, a la que se aplica un impuesto especial 400,69 euros por 1.000 litros de tipo general y 24 euros por 1.000 litros de tipo especial. A ello, como vive en Galicia, tiene que añadir 4,8 céntimos por litro, correspondientes al tramo autonómico del impuesto especial. Luego el 21 % de IVA. El contador de ingresos de esta supuesta familia que van para Hacienda continúa sumando. Hay tregua cuando se van a la cama. Eso en el caso de que no dejen alguna luz encendida.