La medida contempla actuar en 2.000 kilómetros de autovías y reactivar la obra pública sin afectar al déficit
14 jul 2017 . Actualizado a las 18:54 h.El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunció este viernes un Plan extraordinario de Inversiones en Carreteras en el que intervendrá la financiación público-privada en el que se ha estipulado que se invertirán 5.000 millones de euros en carreteras del país destinados al desarrollo de más de 2.000 kilómetros de vías. Este plan, que se llevará a cabo entre el 2017-2021, conllevará que las empresas concesionarias de las obras asuman su mantenimiento durante más de treinta años. Por otra parte, ha indicado que el plan de carreteras podrá financiarse en parte a través del Plan Juncker y también del Banco Europeo de Inversiones (BEI), al tiempo que ha destacado que contará con una financiación a largo plazo con las mejores condiciones financieras.
Asimismo, se crearán 189.200 puestos de trabajo y las inversiones que se realizarán supondrán un retorno fiscal de unos 3.000 millones de euros. En concreto, ha dicho que los expertos estiman que el plan tendrá un impacto en el empleo de 189.200 puestos de trabajo, de los que 150.000 corresponderán a la fase de construcción -48.000 empleos directos, 30.000 indirectos y 72.000 inducidos- y 39.200 a la de mantenimiento -12.000 directos, 8.000 indirectos y 9.200 inducidos-.
Rajoy ha afirmado que la inversión no computará en déficit público ni tendrá efecto sobre la deuda, ya que los contratos se basarán en la modalidad del "pago por disponibilidad", por la que el Estado sólo abona la inversión al adjudicatario en función de la calidad de la carretera y su mantenimiento a largo plazo.
Esta fórmula, que según ha recordado el presidente del gobierno ya ha demostrado su éxito en Europa, ha pasado de emplearse en un 5% de los proyectos a más del 90% en los últimos diez años. Con ella, se puede multiplicar por seis la capacidad de gasto en carreteras que permiten los Presupuestos Generales del Estado (PGE) en un año.
El plan estará destinado a completar la red transeuropea de carreteras que están pendientes, resolver los «cuellos de botella» que se producen en las vías de los principales núcleos urbanos, adaptar las autovías más antiguas -las denominadas autovías de primera generación- a los parámetros de seguridad, reducción de ruido y dióxido de carbono y garantizar su conservación, explicó el presidente del Gobierno. Además, Rajoy ha afirmado que de esta manera esta inversión de 5.000 millones de euros complementa a la anual prevista en los PGE.
Las actuaciones concretas que se ejecutarán a través del plan extraordinario de carreteras se presentarán después del verano, ha dicho Rajoy y ha explicado que con estas inversiones se pretende conseguir, una vez que España está a punto de superar su déficit excesivo, la recuperación de la construcción, el único que, según ha recordado, aún no se ha incorporado a la creación de empleo.