Los empresarios gallegos, con el agua al cuello por el nuevo IVA

m. b. SANTIAGO / LA VOZ

ECONOMÍA

R. García | EFE

«A este paso tendremos que montar una gestoría en nuestra propia empresa», dice uno

30 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Mañana entra en vigor el Suministro Inmediato de Información (SII), un proyecto que modificará la gestión del IVA y exigirá que las empresas informen en tiempo casi real de las facturas recibidas y emitidas. En Galicia, el sentir es generalizado entre la clase empresarial: rechazo al modelo y malestar por las complicaciones y el coste que conlleva adaptarse a él. A 24 horas de que empiece, los empresarios temen no poder amoldarse y ser sancionados. «La preocupación de las compañías está sobradamente justificada: se encuentran adaptando y reorganizando tareas de administrativas y contables», subraya Antón Arias, presidente de la patronal gallega, quien denuncia que este sistema no es idóneo para España, y se queja de que las peticiones de flexibilidad hechas ante Hacienda para evitar multas hayan caído en saco roto.

El conjunto de las empresas consultadas están con el agua al cuello. Es el caso de Espina, una firma santiaguesa especializada en obra hidráulica. «Tenemos al informático haciendo pruebas y estimaciones, pero no la certeza absoluta de que podamos hacerlo bien desde la entrada en vigor», subraya el gerente de la empresa. Es precisamente esto lo que ha disparado el temor a las sanciones.

En la actualidad, cuando una compañía emite o recibe una factura no informa de ella hasta final de mes o del trimestre en función de su tamaño. A partir de ahora deberán ser mucho más ágiles para remitir la información en el plazo de ocho días, un período que a partir del próximo año bajará a cuatro días.

Jesús Chenel, santiagués dedicado a la venta de coches, reconoce que la aclimatación al sistema está causando problemas y un trabajo extra, pero es moderadamente optimista. «Al final, todo será cuestión de adaptarse», asegura.

El malestar es visible en muchos empresarios, que cargan con dureza contra la Administración tributaria. Jesús Quintá, del sector de la castaña, se lamenta: «A este paso tendremos que montar una gestoría en nuestra propia empresa». «Este sistema es un auténtica barbaridad, y de hecho nosotros no sabemos si podremos coger vacaciones; lo que no hace la Administración quiere que lo hagamos nosotros multiplicado por cien», explica. Y agrega: «Desde el punto de vista práctico es una aberración. Hemos empezado a hablar con clientes y proveedores, y estamos adaptando nuestro sistema informático, con un coste superior a 20.000 euros».

Tal y como ya ha hecho la patronal española, los empresarios gallegos sostienen que hay importantes proveedores tecnológicos que no tendrán disponible su software de gestión hasta otoño, y alertan de que actualmente no existen prácticamente productos en el mercado adaptados a la nueva normativa.

«Los cambios conllevan un elevado coste, con modificaciones en programas de facturación, gestión..., para poder suministrar la información tributaria en plazo, y eso genera problemas», explica Enrique Mallón, de Asime.