La textil gallega de las hermanas Domínguez se plantea montar una nueva sede y aumentar su superficie logística
26 jun 2017 . Actualizado a las 13:21 h.La textil gallega Bimba y Lola cerró su último ejercicio (su año fiscal acabó el 28 de febrero) con un crecimiento significativo en ventas y una mejora en sus márgenes y del resultado. La compañía, que acaba de cumplir 10 años, lanzó y consolidó su negocio internacional durante los peores años de la crisis, a la vez que se enfrentaba a su renovación como marca, y comienza ahora a ver los resultados: las ventas repuntan un 32 %, hasta los 152,4 millones de euros, con un beneficio neto de 16,4.
El grupo, a la vista del crecimiento, está estudiando la puesta en marcha de una nueva sede corporativa y unas instalaciones logísticas más grandes.
Detrás de sus números está el fuerte tirón de sus ventas internacionales, con crecimientos superiores al 60 % en Francia y en el Reino Unido, al 50 % en Chile y Corea, y al 20 % en Portugal, México y Singapur. Las ventas internacionales suponen ya el 26% del total.
La firma de las hermanas Uxía y María Domínguez cuenta con un total de 226 tiendas, y en los próximos meses prevé añadir al menos 20 más en Francia (incluyendo sus primeros corners fuera de Paris, en Printemps-Lyon y Printemps-Cannes), Reino Unido, Portugal y México. También cuenta con seguir creciendo en España, con nuevas ubicaciones seleccionadas, y espacios en El Corte Inglés.
El grupo emplea hoy a más de 1.100 personas, un 70% de ellas indefinidas, lo que supone un crecimiento del 18 % de su plantilla respecto al año anterior. La contribución fiscal durante el ejercicio del 2016 fue de 23,3 millones de euros.