Clientes del Pastor: «Si me cambian mi banco, me voy»

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

MARCOS MÍGUEZ

Clientes y accionistas del Pastor defienden el modelo de banca regional y avanzan su intención de irse si no se compensa a quienes perdieron su inversión o si la marca gallega desaparece

16 jun 2017 . Actualizado a las 17:38 h.

Un banco cuya imagen corporativa fue durante décadas un hórreo hecho con monedas y por tejado un billete de 1.000 pesetas demuestra un gran apego a sus orígenes. Hacer desaparecer 241 años de historia de un plumazo es sencillo. Basta con cubrirlos con una nueva rotulación. Pero para los clientes es algo más. Reclaman que el Santander tenga en cuenta esa especial vinculación a Galicia -será la comunidad española en la que acumule más cuota de mercado, casi el 30 % de todo el negocio financiero- y compense a los accionistas que lo han perdido todo, como el miércoles dejó entrever el vicepresidente del banco comprador.

«Dicen que cuando se produzca la integración de las dos entidades, solo habrá un tipo de oficina y una marca, la del Santander, y creo que es un error», dice Lorenzo, un autónomo que trabaja con el Popular desde hace 10 años, a la salida de la oficina principal de Vigo. «Lo más acertado sería mantenerlo como marca regional. Yo quiero un banco cercano, si este deja de ser mi banco, el Pastor, me voy, lo tengo claro», asegura.

Emilia es una trabajadora ya jubilada, que ya solo va al banco como clienta. «Me enteré de la compra estando de viaje en Canadá. Me parecía increíble, aquí teníamos auditorías por sorpresa a cada poco tiempo... ¿Dónde estaba el Banco de España?», expone a modo de desahogo. Dicho esto, reivindica los años de historia del Pastor para que el Santander mantenga la marca en Galicia: «Tenemos una gran marca. El Pastor tiene que seguir existiendo en Galicia. Sería una gran pérdida, y muchos clientes querrán irse», manifiesta.

De la oficina central de Policarpo Sanz sale también Adolfo, un funcionario jubilado, que todavía no tiene claro si seguirá: «Vamos a grandes bancos, eso es lo que nos quieren imponer. Menos oficinas, menos trato personal. Yo aquí vengo y hablo con esta gente. ¿Para qué quiero estar en el banco más grande de España?», se pregunta.

Los ahorradores miran atentamente lo que pasa en sus oficinas. Los accionistas que han perdido toda su inversión, aún más. En Ourense, Antonio Ricoy Martínez, de 83 años, se ha quedado sin 4.000 euros con la venta del Pastor al Santander. «Esto me parece un engaño, un robo. Hoy nos hemos enterado de que igual tenemos una compensación pero no tenemos nada seguro. Yo me siento fatal, pero por ahora voy a seguir siendo cliente». Cliente, dice, del Pastor: «Me gustaría pese a todo que la marca no desapareciese porque es de Galicia, de toda la vida, yo soy cliente desde hace más de treinta años, tengo acciones y cuenta corriente». «Me siento engañado, los pequeños accionistas somos siempre los más perjudicados», lamenta.

Algo más de suerte tuvo Susana García: «Tuve acciones, afortunadamente las vendí hace años y nos hemos mantenido fieles a este banco porque era el único realmente gallego, pero ahora estamos pensando en abandonar», cuenta desde la oficina principal en Ferrol. En esa misma sucursal, Ángel salía de una larga charla con una de las responsables. Con cara alegre, de los pocos que lucía una sonrisa: «Pues a mí creo que la fusión, o lo que sea que ha pasado, me ha venido bien, porque hace dos meses pedí la anulación de una cláusula suelo y me ha llegado una carta diciendo que me devuelven el dinero, me parece que ya es cosa del Santander».

XOAN CARLOS GIL

Y José, que no quiere dar su nombre verdadero, acudía ayer a una oficina donde casi todos los empleados son accionistas: «Yo vengo por varias cosas: la cláusula suelo, las acciones que aún me quedan y otros productos», precisaba a la entrada. Casi una hora más tarde anunciaba que por ahora no pueden darle ninguna solución, pero que dejan las puertas abiertas: «Una vía sería que nos las cambiasen de alguna forma por acciones del Santander, desde luego la cosa no se puede quedar así, porque aquí en Ferrol hay personas que tienen cien millones de las antiguas pesetas». 

En defensa del Pastor

«Queremos que la marca del Banco Pastor se mantenga como filial en Galicia, porque es aquí donde tributa, porque es la única manera de defender los empleos y porque Galicia está perdiendo capacidad de acceso al crédito», defiende Maite, representante sindical de la CIG en el Popular, delante de la oficina principal de A Coruña, donde en el 2012 trabajaban más de 700 personas y hoy, poco más de 100. «Los clientes están muy fidelizados y ese sentimiento no lo genera el Santander y mucho menos el Popular», razona. En media hora, en el Cantón coruñés se reúnen media docena de trabajadores y compañeros afectados por el ERE y el plan de bajas incentivadas del 2016. Todos coinciden en reclamar que se mantenga la marca Pastor y se compense a los accionistas. «A las familias, a los pequeños ahorradores que no especularon y confiaron lo que tenían a un valor que siempre ofreció seguridad, tienen que darles una solución».

El dueño de Naturhouse aglutina ya a 5.000 accionistas para reclamar el dinero perdido

Félix Revuelta perdió más de 45 millones de euros tras la operación de reducción a cero de todo el capital

Ana Balseiro

La plataforma creada por el presidente de Naturhouse, Félix Revuelta, para aglutinar a pequeños accionistas del Popular e iniciar acciones legales para recuperar el dinero perdido no deja de crecer. Si en la mañana de este jueves agrupaba a más de 4.500 afectados, fuentes de la misma confirmaron por la tarde que las adhesiones aumentan «de mil en mil».

Revuelta, que entró en el accionariado del banco en el 2004 - aún en la era Valls-Taberner -, con una inversión de 64 millones de euros, perdió más de de 45 con la amortización de los títulos que acompañó a la resolución de la entidad y su posterior subasta exprés. En cualquier caso, el empresario ya había hecho público su profundo malestar con la gestión que estaba despeñando la cotización del banco - primero bajo la presidencia de Ángel Ron y luego con Emilio Saracho al frente -, en las últimas juntas de accionistas, en las que anunció que se pondría al frente de los minoritarios afectados e iniciaría acciones legales.

Su equipo jurídico aún no ha presentado querella ni denuncia alguna y, por el momento, continúa estudiando la mejor fórmula legal para recuperar el dinero, aunque ayer fuentes del grupo Naturhouse calificaron de «razonable» el cambio de estrategia del Santander, dispuesto ahora a contemplar «soluciones» para los inversores.

Precisamente Naturhouse ha comunicado la renuncia de Isabel Tocino, exministra de Medio Ambiente, como consejera independiente de la compañía tras conocer que Félix Revuelta tenía acciones en el Banco Popular, según ha informado la empresa a la CNMV. Tocino es consejera independiente en el Santander. La compañía ha explicado que la permanencia de Isabel Tocino en el consejo no entrañaba ningún impedimento legal, después de que fuera designada consejera del grupo octubre de 2014.

También la Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (Aemec), que ya ha denunciado ante la Fiscalía de la Audiencia Nacional a la última cúpula del banco, valoró positivamente el nuevo discurso del Santander.

También Adicae ultima la acción colectiva que emprenderá en representación de los pequeños inversores del Popular: «No nos hemos querido lanzar, como otros, con demandas y querellas, hasta estudiarlo todo bien, porque es un caso muy complejo». Irán por las vías civil, penal y contencioso-administrativa.

El Eurogrupo, satisfecho con la liquidación del Banco Popular

Los 19 ministros de Economía de la zona euro pasaron ayer la lupa a la operación exprés orquestada por el Banco Central Europeo

C. P.

Aplaude Bruselas, aplaude el Eurogrupo y aplaude el Gobierno español la liquidación del Banco Popular, mientras en España miles de accionistas preparan demandas contra los responsables de la defunción de la entidad y de la pérdida de su inversión.

Los 19 ministros de Economía de la zona euro pasaron ayer la lupa a la operación exprés orquestada por el Banco Central Europeo (BCE), la Comisión Europea, la Junta Única de Resolución (JUR) y el Gobierno español para disolver la entidad. Y su conclusión es que el recién estrenado Mecanismo Único de Resolución (MUR) «funciona»: «Las autoridades han actuado de manera muy rápida y asegurando que las actividades básicas pudiesen seguir adelante sin coste para el contribuyente, lo cual es una buena noticia», celebró el presidente del organismo, Jeroen Dijsselbloem. Carpetazo al asunto. No hubo detalles concretos de cómo se cocinó el plan. Las autoridades europeas volvieron a justificar la decisión de intervenir por el «rápido y precipitado» deterioro del nivel de liquidez.

El ministro español de Economía, Luis de Guindos, insistió ayer en que el ejercicio se salda con un resultado «positivo», porque «no se ha inyectado ni un solo euro de ayudas públicas», aunque admitió que hay cuestiones que pulir. También celebró la disposición del Santander a estudiar posibles compensaciones a los pequeños accionistas, quienes se preguntan cómo una entidad que pasó los test de estrés europeos pudo quebrar de un día para otro. Es precisamente la labor de vigilancia la que vuelve a estar en entredicho, amén de otras maniobras sospechosas que siguen sin aclararse. Entre ellas el pánico que desató König al apuntar en público al banco solo una semana antes de su caída. ¿Se propagaron rumores irresponsables? ¿Por qué el banco no recibió liquidez de emergencia? Ayer ni se pidieron ni se dieron respuestas, aunque sí se intentó despejar la incertidumbre que se cierne sobre Liberbank. De Guindos insiste en que «no hay ningún problema de liquidez», pero matiza que la información que maneja procede del BCE y del Banco de España, a los que apunta con el dedo.

Con información de M. Sío (Vigo), M. Carneiro (A Coruña), B. Abelairas (Ferrol), M. Vázquez (Ourense) y A. Balseiro.