«Éramos clientes de toda a vida, agora sacamos os cartos»

m. carneiro / a. gerpe A CORUÑA, RIBEIRA / LA VOZ

ECONOMÍA

Carmela Queijeiro

A pie de oficina, los pequeños accionistas muestran su enfado ante la sorprendente pérdida de sus ahorros

13 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Antonio sale de la sede central del Banco Pastor en el Cantón Pequeño de A Coruña muy disgustado con la entidad. No se explaya y tampoco quiere identificarse. «No me molesta usted, ya vengo yo bastante molesto. Soy cliente desde 1940 y me han timado 20.000 euros en acciones. Ahora mismo solo tengo esperanza de poder recuperar 2.000 que tenía en una cuenta», explica este hombre.

Más tranquilo pisa la calle Manuel, un hombre de Cabana de Bergantiños que emigró a Venezuela y a la vuelta regentó un bar, a pocos metros de la oficina, hasta su jubilación hace unos cuantos años. «La situación no me agrada, porque muchas personas se quedaron sin nada, y de viejos, que es lo más triste, pero yo afortunadamente no perdí nada. Tengo un dinero a plazo fijo que no llega a 100.000 euros y hasta ahí lo garantiza el Estado», apunta el jubilado. También en la puerta de este edificio que en 1925 fue el primer rascacielos de España, Julia Sánchez comparte su única certeza: su hipoteca. Firmó acciones del Pastor por valor de 20.000 euros. «Ahora nadie paga nada. Este banco que tanta seguridad daba, que era un emblema de Galicia, el banco de mis padres... Y ahora como lo de las preferentes, vamos a tener que luchar hasta el final», augura esta mujer.

MARCOS MÍGUEZ

Son algunos de los ejemplos de clientes y accionistas que ven con recelo una operación que ha impactado de forma notable en Galicia por el arraigo del Pastor, una marca que podría desaparecer. El sindicato CIG ya ha pedido al Santander que conserve ese emblema.

Desconcertados y angustiados se quedaron Rocío Regades y su hijo Santi Vila, cuando en una sucursal de Ribeira les dijeron que no iban a recuperar los 1.500 euros en acciones que tenían invertidos: «Dixéronnos que non era moito. Pois non o é, pero era do meu fillo».

Hace 14 años, cuando Santi solo tenía 5, su madre se dejó guiar por un antiguo trabajador de la oficina y compró acciones del Pastor: «Díxome que o podía facer pouco a pouco e que sempre nos darían algo. Ademais, que non tiñan risco algún».

Hasta ayer, toda la familia era cliente del Banco Pastor. «De toda a vida», recalca Rocío Regades. Las noticias que vienen escuchando desde el viernes los dejaron intranquilos y sus sospechas se confirmaron. «Eu saquei todos os cartos que tiña na cartilla», explica Santi Vila. «Na oficina, o único que nos dixeron foi que se liquidara o Banco Popular», añade.

También su madre retiró todos los ahorros que tenía su hija, y dice que cerrará una cuenta a plazo fijo que posee ella. Además, estudian qué medidas pueden adoptar para intentar recuperar el dinero de las acciones.