De Sousa vuelve a controlar la vieja Pescanova mientras la CNMV alerta a los inversores

ECONOMÍA

Oscar Vazquez

La sociedad ha multiplicado su valor por 10 desde su vuelta a la cotización

14 jun 2017 . Actualizado a las 09:21 h.

Tiene las acciones embargadas por orden judicial, pero a día de hoy, el expresidente de la vieja Pescanova, y principal investigado por la quiebra del grupo pesquero, Manuel Fernández de Sousa, es el primer accionista de la sociedad, con su 7,515 %.

Así es, al menos, según la nueva composición accionarial, de Pescanova SA, al cumplirse casi una semana de su vuelta a la cotización, tras haber permanecido suspendida durante más de 4 años.

Una vez levantado el castigo, los primero en vender han sido los dos inversores que lideraban la compañía hasta este momento, tras hacerse con importantes paquetes de acciones en el mercado gris, durante los años de suspensión: el fondo de inversión americano Broadbill, que vendió su 11 % (adquirido a 0,03 euros); y Carolina Masaveu, que colocó su 7,133 %, adquirido a 0,001 céntimos a 0,40 euros, con un beneficio de 800.000 euros.

Estas dos salidas del accionariado, devuelven el liderazgo de la sociedad de cartera, al menos de momento, al ex presidente De Sousa que, junto con una veintena más de investigados, será juzgado probablemente en el primer trimestre del 2018, por varios presuntos delitos, entre ellos, el de estafa y uso de información privilegiada.

Pero esta posición de control pude dar un vuelco en cualquier momento, a tenor de los bandazos que está experimentando el valor de las acciones de la vieja Pescanova (el grupo Nueva Pescanova, que es la empresa productora y comercializadora no cotiza en bolsa) desde su vuelta.

Las acciones volvieron a subir ayer otro 66 % y ya multiplican por 10 el precio del cierre del pasado miércoles, día de su vuelta al parqué. Sus títulos han pasado de los 0,27 euros a los 2,05 euros.

Ante la vorágine especuladora en la que ha caído Pescanova SA, cuyo único patrimonio es la participación del 1,7 % en la corporación Nueva Pescanova, la CNMV volvió a alertar ayer a los inversores de los riesgos que conlleva apostar por esta sociedad de cartera que no genera ingresos propios y cuyos antiguos dirigentes están todavía pendientes de juicio.

El regulador se remite a un informe sobre la empresa que emitió la semana pasada y recuerda que antes de la vuelta a bolsa, las acciones de Pescanova en el mercado gris se pagaron a 0,03 euros.