El Gobierno llama a la calma ante la crisis del Banco Popular y destaca su «solvencia»

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

JUAN MEDINA | reuters

El banco niega que busque la venta urgente por riesgo de quiebra

13 may 2017 . Actualizado a las 09:32 h.

El Banco Popular -el segundo de Galicia, tras la compra del Pastor- continúa con su particular via crucis, en el que la subida en bolsa de los últimos días (los títulos llegaron a recuperar un 25 %) no fue más que un respiro pasajero, después de presentar los resultados del primer trimestre y de hacerse pública la entrada en su capital (con un 3 % de las acciones) de la mayor fortuna de Chile, el grupo Luksic.

La entidad financiera que preside Emilio Saracho cayó ayer un 4,57 % en bolsa, que se sumó al 6,64 % de la víspera, agudizada la falta de confianza de los mercados sobre el futuro del banco, especialmente después de que una publicación obligara el jueves a la entidad a enviar a la CNMV un comunicado desmintiendo que estuviera preparando la venta «urgente» por riesgo de quiebra ante la «fuga masiva de depósitos».

Sistema financiero «creíble»

Ante el evidente nerviosismo que la difícil situación del Popular está generando, el Gobierno hizo ayer un llamamiento a la calma. La secretaria de Estado de Economía, Irene Garrido, aprovechó la rueda de prensa para analizar el IPC de abril para lanzar un mensaje de «tranquilidad» a los clientes sobre el banco, del que destacó su «solvencia», pues presenta «unas ratios regulatorias superiores a las exigidas». Indicó, además, que el sistema financiero español es «creíble» y que no se ve afectado por las circunstancias de la entidad financiera.

«Se trata de una entidad privada que ha tenido hace poco un cambio en la presidencia, ha celebrado una junta general de accionistas tras confirmar equipo y pone en marcha un proyecto de futuro que puede ir desde una ampliación de capital a una operación corporativa», dijo, para añadir que «los clientes pueden estar totalmente tranquilos porque conceden créditos, han recuperado confianza y no plantean ninguna duda en cumplimiento de niveles regulatorios».

El mensaje coincide con el remitido por el banco la víspera a la CNMV, negando que esté preparando una venta urgente. De hecho, fuentes oficiales insistían ayer en que, si bien es cierto que tiene «diversos asesores», entre ellos Lazard o JP Morgan, mantienen abiertas las dos opciones de futuro planteadas por Saracho en la junta de accionistas: una ampliación o una venta, además de deshacerse de unidades de negocio ajeno al principal, pero sin haberse decidido aún por ninguna ni haber fijado calendario para ello.

Bancos interesados

Pero pese a que la «urgencia» no sea extrema como subraya oficialmente el banco, sí existe, ya que su situación, terriblemente lastrada por el ladrillo, requiere una solución ya.

Fuentes financieras confirman que algunas de las principales entidades españolas están «mirándose» las cuentas del Popular de cara a valorar una posible operación de compra, aunque el nuevo consejero delegado, Ignacio Sánchez-Asiaín, aseguró hace una semana, durante la presentación de los resultados trimestrales (perdieron 137 millones de euros) que, aunque hay «contactos» con otros bancos -algo habitual desde que estalló la crisis-, en absoluto son serios.